Estamos viviendo de lleno el calor en este mes de junio, antes de que estrenemos el verano. Las temperaturas son extremadamente altas y no es fácil sobrellevar estos días, y sobre todo estas noches, tan calurosas. Y estas son algunas recomendaciones útiles para afrontar mejor estas jornadas abrasadoras. “Sabemos que uno de los primeros efectos del calor elevado es el estrés que ocasiona, así como el aumento de frecuencia cardiaca y la sudoración”, nos anticipa. Por eso, lo más sencillo y de puro sentido común, cuando hace calor, es mantenerse alejado de los sitios donde las temperaturas son más altas. Pero explica que otra manera es mantener el cuerpo en la más baja temperatura posible, pues de esta forma evitaremos deshidratarnos.
No podemos olvidar que las consecuencias del calor excesivo pueden ser graves, como sucede cuando padecemos un golpe de calor, que puede provocar deshidratación, desmayos y hasta más graves consecuencias, pues podría llegar hasta a causar la muerte. “Hemos de tener especial cuidado con las personas más sensibles, como pueden ser los niños, los mayores y personas medicadas en general, sobre todo los enfermos encamados”, puntualiza el alma mater de Farmacia Meritxell en Andorra. Y es que nos cuenta que hay alguna medicación que es posible que en verano se debería controlar en el médico, para una posible modificación de la dosis, como pueden ser los diuréticos, algunos antihipertensivos e incluso algunas veces la hormona tiroidea, así como antihistamínicos y anticonvulsivos o antidepresivos. “También es aconsejable, sobre todo durante el periodo de menopausia, evitar los sofocos con cápsulas de isoflavonas, ya que puede agravar la situación”, nos cuenta.
Teniendo todo esto en cuenta, nos resume los que son, en su opinión, los consejos más útiles para afrontar de la mejor manera posible estos días bochornosos.
Presta atención a lo que bebes
Una de las primeras recomendaciones que nos da es la referente a las bebidas que consumimos, alertando sobre las que son recomendables y las que no lo son tanto.
-Hay que evitar los excitantes que, de por sí, aumentan el ritmo cardiaco y aumentaran la presión arterial. Eso provocará que pasemos más calor.
–Las bebidas picantes hacen aumentar la temperatura corporal, ya que la capsaicina envía mensajes al cerebro indicándole que está a una temperatura más alta de lo normal. Esto va a hacer que sudemos más de lo habitual y para regular esa temperatura corporal, el organismo se refresca.
-El agua natural fresca es la mejor alternativa si tenemos calor y queremos evitar deshidratarnos, pero no es un problema si le añadimos fruta fresca como puede ser el limón, la manzana verde, el pepino o simplemente hielos. Lo ideal es que no le añadamos ni azúcar ni sal, ya que las bebidas azucaradas, por ejemplo provocan, una mayor sed una vez metabolizada.
– Una buena opción es el agua de coco, pues esta bebida es súper eficaz para hidratar el cuerpo, ya que es muy rica en electrolitos, por lo que será similar a lo que podría ser una bebida isotónica de origen natural.
-Las infusiones frescas, como pueden ser limón con jengibre o infusión de menta, son una mejor opción, y siempre preferible, a las que contienen cafeína.
-Según la medicina ayurvédica, las hierbas tienen efecto refrescante en el cuerpo, por eso son buena alternativa algunos ingredientes como el tamarindo, las semillas de coriandro, el comino o el hinojo.
-Tienes que evitar el alcohol, ya que para metabolizarlo precisamos agua corporal. Y, además, el alcohol a su vez tiene efecto diurético, lo que provocará más deshidratación. Un exceso de alcohol que conlleve una intoxicación todavía será más negativo.
La ropa que eliges
-Tu atuendo también tiene mucho que ver. Conviene evitar ropa muy ajustada, que inhibirá la transpiración y nos aportará más calor.
-Hay que evitar los tejidos acrílicos no transpirables.
-Los tejidos más adecuados son el algodón y el lino.
-Es preferible optar por colores claros, pues los colores oscuros van a preservar la luz solar y con ello tendremos más calor.
-Y son excelentes aliados los sombreros y gorras con visera para resguardarnos del sol.
La dieta y los suplementos
-Los alimentos recomendables son los que nos van a aportar un mayor contenido hídrico, como podrían ser algunas frutas y verduras, preferentemente las que aporten mayor contenido hídrico y pocos azúcares.
-Muchos de estos alimentos contienen mucho contenido hídrico, por eso al ingerirlos aportamos ya hasta un 30% del agua necesaria para nuestro organismo.
-Nos inclinaremos sobre todo por los vegetales de hoja verde, como puede ser la lechuga, las endivias o la escarola. Pero también son buena opción los pepinos, el apio, el calabacín o los rábanos, así como frutas como el melón o los frutos rojos.
-Si hablamos de platos cocinados, hay que optar por aquellos que tengan digestiones ligeras, ya que al hacer la digestión sube la temperatura corporal, si las tenemos muy lentas, es posible que tengamos más calor.
–Las ensaladas son una opción excelente. Y las sopas frías las podemos aromatizar con hierbas aromáticas.
-Y otra buena alternativa son los smoothies verdes, con col, espinacas u otros ingredientes frescos y de fácil digestión.
-Hay que tener en cuenta siempre el contenido, la cantidad que comemos, pues una sobrealimentación nos hará aumentar la temperatura corporal.
-Si vamos a comer alimentos con digestiones más lentas, como pueden ser las carnes (ricas en proteínas), u otros ricos en azúcares o grasas, hay que tener en cuenta que siempre van a provocar más calor en el cuerpo, por lo que es preferible evitarlos.
-Sin embargo, si estos alimentos los acompañamos con ensaladas ligeras de lechuga, salsas ligeras tipo vinagretas en la carne, ayudaremos a que estas proteínas sean más fáciles de digerir y, en consecuencia, más recomendables en estos días de calor.
Helados y alimentos picantes
¿Y los helados? Los alimentos frescos, en un principio, te aportan más efecto frío. Sin embargo, estos alimentos, sobre todo los helados muy densos, van a ser mucho más difíciles de digerir, lo que provocará un aumento de la temperatura corporal posteriormente. Es como si al comer estos alimentos tan fríos, nuestro cuerpo lo quisiera compensar aumentando la temperatura, lo que hace que nos sintamos incluso con más calor. Si son muy dulces, van a provocar un aumento de uso de contenido hídrico, lo que puede provocar con el calor una mayor deshidratación.
Mientras, en relación a los alimentos picantes, podemos decir que, del mismo modo que sucede con las bebidas, los alimentos picantes en un primer momento van a hacer aumentar la temperatura corporal, esos son sobre todo los que también conocemos como termogenéticos. Sin embargo, ese aumento de la temperatura corporal provocará una mayor sudoración y, en consecuencia, sensación o efecto refrescante.
Hábitos de vida
-Mantenernos alejados de las altas temperaturas y sobre todo de las fuentes de calor, como pueden ser las cocinas, o claro está, evitar la exposición directa al sol. Las sombras se convierten en buenas aliadas.
–Ventilar las habitaciones, y evitar la entrada del sol directo con cortinas o persianas.
–Ducharnos con agua más fresca de lo habitual, que no fría, y cambiarnos de ropa nos ayudará a mejorar esa sensación de frescor.
-Son buena opción los baños de agua fría en los pies, que ayudarán a hacer disminuir la temperatura corporal.
-Hay otros puntos clave que si los refrescamos conseguiremos bajar la temperatura corporal. Estos son las muñecas, el cuello, el pecho y las sienes. Son zonas en las que el sistema circulatorio (las venas) está más cerca de la superficie y será, en consecuencia, mejor para refrescar todo el cuerpo.
-Como se trata de disminuir la temperatura corporal, para ello podemos usar abanicos, ventiladores y, por supuesto, el aire acondicionado, usado siempre con cabeza y sentido común.
–Si vamos a hacer ejercicio es importante que se haga a la sombra y no en las horas de más calor o en un sitio cerrado con la temperatura controlada, para evitar golpes de calor.
-En el caso de las personas que no están habituadas a hacer ejercicio, estos momentos de calor extremo no son los más adecuados para comenzar un entrenamiento.
