¿Se imagina usted vender sus propiedades, dejar a su familia, amigos y rutina de vida para empacar una maleta y empezar a viajar sin saber como y donde terminará el día siguiente? Debe ser difícil hacerlo. Ahora imagine que lo hace con toda su familia, sus hijos, su pareja y todo para cumplir un sueño, un propósito. Dice John Irwing al final de su novela «La epopeya del bebedor de agua» que en buena compañía todos somos valientes. Así en buena compañía viajan Lalo y Tania con sus hijos Rodrigo, Diego, Jerónimo y Santiago en busca de experiencias, enseñanzas y todo lo que la vida pueda darles a través de sus viajes a través de México primero y luego por el mundo.
Ellos son los López Palacio, una familia muy agradable, de esas que tienen plática para todo, se nota su gran don de gente pues hasta los más pequeños de sus hijos son abiertos y agradables. Están en Hermosillo y llevan poco más de una semana que llegaron a la ciudad, vienen recorriendo el país y al momento han visitado ya 21 estados. Lo que buscan con esto es que sus hijos se vayan educando de una forma diferente, no solo con libros de texto sino con experiencias que les enseñe lo que es la convivencia, el respeto por las personas, y en la práctica lo que debe hacer una persona para salir adelante, cosas que en su particular ver no lo aprenden en las aulas sentados frente a un maestro. Así son los López Palacio, y en su travesía han llegado desde el Distrito Federal hasta Hermosillo viajando así, ligeros de equipaje, incluso hasta de dinero pero unidos y aprendiendo de esta experiencia que ahora los lleva rumbo a Estados Unidos.
Para Central Informativa fue una casualidad que nos encontráramos, pero al hacerlo nos identificamos y pudimos platicar por largo rato sobre como también deben pasar por obstáculos para cumplir sus metas, desde la familia que les dice que están locos por dejar la comodidad de su casa, sus trabajos fijos y su zona de confort, hasta los propios extraños que al conocer sus historias los llegan a criticar por poner a sus hijos en esa posición de viajar sin las comodidades de un turista. Lo que no muchos saben es que son los pequeños los que más disfrutan esta travesía, y son los primeros en decir que nadie debe rajarse. Es más a decir de Lalo, el padre de esta familia, su zona de confort no lo era tanto pues por su trabajo era muy poco lo que disfrutaba de sus hijos. Para Tania la mamá y única mujer del grupo la cosa no muy fácil tampoco pero dice que si necesita tiempo para ella solo se va. El amor que siente por sus hijos es visible y la relación que llevan entre toda la familia parece que pone por delante que su método de educar rinde frutos positivos.
Ellos se suben a un camión, y saben que van a un lugar pero no saben donde dormirán, no saben que van a comer y tampoco saben cuanto durarán en una ciudad pues a veces hay dinero y otras veces no. A veces la gente responde bien y en ocasiones es más duro conseguir el sustento pero de lo que hablan es que casi siempre las cosas salen bien. Dicen que la gente es buena en todos lados y eso predomina sobre cualquier cosa pues hasta el momento nunca han tenido una experiencia mala o peligrosa. En Hermosillo el calor humano con que los han recibido es casi tan fuerte como el calor que han sentido con los más de 40 grados que dicen nunca antes habían experimentado.
En sus redes sociales ellos suben videos de los lugares que visitan, ahí agradecen la hospitalidad de la gente y de los lugares que los reciben y les brindan un lugar para dormir o una comida, son una familia por demás singular y no solo llevan un ángel que los cuida en el camino sino que llevan con ellos 4 angelitos que van aprendiendo como salir adelante en la vida.
Cuenta el mayor, Rodrigo que a veces no han tenido para poder cubrir los gastos y Buscan trabajo temporal en los lugares que van visitando para obtener un plato de comida o un lugar para pasar la noche, pero lo mejor es como con emoción relata que junto a su padre tuvieron que vender mariscos o hacer mandados para que les pagaran. Por cierto ahora en Hermosillo buscan una oportunidad para trabajar y obtener el dinero que les permita seguir con su viaje rumbo a Estados Unidos.
En fin, son muchas las experiencias que los López Palacio han podido obtener en el trayecto por 21 estados de México aprendiendo de la cultura, costumbres y formas de vida en nuestro país, pero el viaje sigue y es tiempo de aprender más cosas de otros países que de seguro enriquecerán esa educación que como familia buscan tener. Pues por anécdotas no paran y de tantas que son faltaría espacio para contarlas pero una es como durante un viaje no tuvieron donde dormir y pensaron que sería una noche difícil, entonces decidieron estacionarse en una playa y descansar ahí. Así que dentro de su camioneta la cual tenían antes de vender para seguir con su aventura (pues el dinero se acaba) se dispusieron a dormir. Fue la mejor noche pues como familia pudieron compartir un cielo estrellado, un amanecer y bañarse en el mar, conocer gente que los apoyó y sobre todo darse cuenta que unidos todo es mejor. Así es pues como funciona una familia, en las buenas y en las malas.
Si usted quiere poner en contacto con ellos, invitarlos a algún lugar o apoyarlos en su proyecto puede comunicarse con ellos al teléfono 6692 441472 con Tania o Lalo o visitar su fan page facebook.com/familialopezpalacio
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