Inicio Carlos Sánchez El que no conoce su historia no sabe ni quién es

El que no conoce su historia no sabe ni quién es

Alberto Tovalín

El que no conoce su historia no sabe ni quién es

Carlos Sánchez

Es fotógrafo, maestro, editor. Tiene la capacidad de la elocuencia. Consecuencia de la lectura y la capacidad de observar.

Tiene la actitud óptima para guiar hacia el conocimiento. Lo hace ahora en uno de los módulos del Diplomado de Fotografía que coordina el Instituto Sonorense de Cultura y se desarrolla en la Sala Luis López Álvarez de Casa de la Cultura de Sonora.

Alberto Tovalín en su elocuencia abre el telón de la pasión. Muestra el compromiso con el oficio, construye con argumentos la evidencia de su bagaje. ¿Cuántas veces Alberto habrá hecho clic en su cámara?

Es fotógrafo de la vieja guardia –así se asume-, persigue la impresión de las fotografías, porque solo así, estas, pueden trascender.

Hoy se encuentra en Hermosillo y sobre los objetivos de su visita, él mismo nos platica:

–Cuéntenos sobre el curso sobre edición que imparte.

–Dentro de este diplomado que tiene una estructura de contenido bastante amplia, tuve el gusto que me invitaran a dar esta parte que es sobre producción editorial y mi participación va desde los orígenes del libro, aquí vamos a platicar cómo el libro en un momento determinado incorpora lo que es la imagen fotográfica y a partir de eso, se crea un nuevo medio de conocimiento en el mundo entero.

La fotografía como medio de una copia fidedigna, de una realidad que viene a dejar de lado lo que eran los grabados, las xilografías, que eran los medios que se utilizaban para alguna manera aprehender este mundo, o sea reproducirlo. Bueno, de ahí partimos de lo que es la historia de los fotolibros, no solamente en México sino de los primeros fotolibros en el mundo.

Aunado a eso, también mi participación tiene que ver con lo que es la producción editorial, desde cómo se concibe un libro, qué finalidad debe tener un libro, cómo puedes hacer un libro, qué tipo de diseño conviene para el libro, qué formatos, qué tipografías, qué técnicas para impresión, todo lo que comprende el universo que es el libro.

–¿Algunos ejercicios que se practican en este curso?

–Es un curso teórico práctico, en donde analizaremos textos medio filosóficos sobre la imagen, hasta cuestiones más manuales de hacer un libro con un método rudimentario, porque no tenemos la posibilidad de tener un diseñador aquí, pero bueno para lo que es el concepto básico de entender cómo es que se hace un libro, aquí vamos a tener los elementos necesarios.

–Cuéntenos su historia con los libros.

–Estudié la carrera de lingüística en la Escuela Nacional de Antropología e Historia y mi primer acercamiento a editar un libro, a producir un libro, fue porque escribí una gramática actual del español, eso fue en los años noventa. Y lo que era la producción del libro me lo dio el poder escribir esa gramática del español. Posteriormente yo hacía fotografía de autor y la fotografía de autor me llevó a la fotografía de archivo, la fotografía histórica, entonces el primer libro que yo hice es de un gran fotógrafo veracruzano que se llama Joaquín Santamaría, que reseña, escribe con luz, la historia del puerto de Veracruz, de 1910 a 1950, para mí fue algo extraordinario el poder trabajar con historiadores, el poder trabajar con diseñadores, poder trabajar con archivos, todo lo que es la investigación, para mí, se volvió fascinante.

Libros quiere decir poder reproducir la magia de la historia, y la historia te permite poder ubicar hoy en día quién eres, porque el que no conoce su historia no sabe ni quién es. Entonces, los pocos aportes que he tenido la suerte de poder haber hecho se unen en ese sentir, de rescatar la historia de este país.

–Platíquenos sobre la importancia de la imagen.

–Fundamentalmente mi trabajo es con archivos fotográficos y tiene que ver con el rescate de la historia. Un último proyecto que hice con un querido colega, que se llama Antonio Rodríguez, él es un historiador de la fotografía, hubo una primera muestra retrospectiva de un gran fotógrafo de los años cincuenta en México, que se llamó Nacho López y es una muestra que montamos en Palacio de Bellas Artes, hasta hace un mes estuvo expuesta y ese fue uno de los últimos retos que he tenido el gusto de hacer, en coautoría con Antonio Rodríguez. Y es eso, Nacho López el gran fotógrafo de los cincuenta, muy famoso en esa época, pero con el tiempo suele todo quedar en el olvido.

Era fundamental para los nuevos públicos, para los jóvenes que hoy en día creen que la fotografía es algo que se puede dar por sí misma: pues no. Al darse cuenta de lo que era el mundo y la manera de producir de Nacho López, se dan cuenta de que hay que leer, de que hay que tener una cabeza pensante, una cabeza culta, hay que tener propuesta, no es solo agarrar el celular y dar clic. Del rollo de los dpi al rollo de la fotografía análoga, hay un camino interesante, insisto, pero fundamentalmente lo que importa es todo lo que hay en la cabeza de ese que va a hacer clic en ese aparato, llámese cámara, celular, o llámese como sea.

–Antes ver a un fotógrafo, cargando su cámara y que era contratado para cubrir un evento social, era algo extraordinario, hoy todo mundo tiene una cámara porque tiene un celular, ¿cuál es tu opinión al respecto?

–Yo soy de la vieja guardia. Para mí una fotografía existe en el momento en que tú la imprimes, para mí, si traes imágenes en tu celular, eso no son fotografías, para mí una fotografía es aquella que le das un soporte físico, que le va permitir trascender, porque la gente podrá tener mil fotografías en su celular, pero cambió de celular, se le perdió el chip y ¿dónde está esa fotografía? Es muy interesante, mucha gente toma muchas fotografías, pero ¿quién las baja en su compu, las procesa, las cataloga y las imprime?, muy poca gente. Yo sí conminaría a la gente que hace tantas fotos y cree en lo importante que es el momento que registra, por lo que sea, que sí las imprima, algunas fotitos de maquinita, de mini lab, de un peso, que sí las conserve, porque eso, de alguna u otra manera sí va a permitir que esa imagen trascienda, si no, insisto, creo que en el soporte digital, tarde o temprano tienden a desaparecer.

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