Con la llegada del frío y la humedad siempre me duelen las articulaciones. Contrario a lo que se pudiera creer, esto no es algo que afecte solo a las personas de mayor edad. A cualquiera nos puede pasar, y yo soy de esas que sufre con las bajas temperaturas.

¿Por qué duelen las articulaciones cuando hace frío?

En realidad, a menos de que exista fractura, los huesos no duelen. Sin embargo, es posible que exista dolor en la zona por varios factores.

1) Cambio en la presión atmosférica durante el frío

Muchos expertos relacionan el dolor de las articulaciones cuando hace frío, al cambio en la presión atmosférica.  Se sabe que el buen tiempo va asociado a fenómenos de altas presiones, y el mal tiempo está asociado a bajas presiones. Al bajar la presión, nuestros músculos y tendones se contraen.

Cuando el tiempo es estable, existe un estado de equilibrio entre la presión atmosférica y la que hay en el interior de la cápsula articular (una membrana presente en las articulaciones de nuestro cuerpo, que delimita, sostiene y hace funcionales las articulaciones). Ante un descenso brusco de la presión, mediante un principio de regulación hidráulica, el líquido sinovial que se encuentra en el interior de la articulación tiende a salir de la misma, generando síntomas de dolor.

2) El líquido sinovial se hace duro

Lo anterior me lleva a hablar de otro factor. Los estudios sobre la relación de frío y el dolor en la zona articular, han encontrado que, con las bajas temperaturas, hay un apelmazamiento (se vuelve duro) del líquido sinovial (un fluido viscoso y transparente que se encuentra en las articulaciones y sirve para amortiguar los extremos de los huesos, nutrir los cartílagos y reducir la fricción de las articulaciones cuando se mueven). Esa es otra razón por la que duelen más las rodillas, muñecas y hombros durante el invierno.

3) Existe algún padecimiento

Las personas con problemas en las articulaciones son más propensas a sufrir dolor. El frío incrementa síntomas ya presentes, por ejemplo en quienes padecen artritis reumatoide o artrosis (desgaste del cartílago).

4) Cuidado con la obesidad y el sedentarismo

Otro factor determinante para las articulaciones es la obesidad y el sedentarismo. El frío y la falta de actividad física son malos compañeros, pues causan que los músculos y tendones de la rodilla pierdan elasticidad o se entuman, lo que causa dolor por periodos cortos.

¿Cómo cuidar las articulaciones en invierno?

Mantente activo. El ejercicio hace que se fortalezcan las articulaciones, y en general todo el sistema músculo esquelético, pero también mejora la circulación. Es muy importante que realices un buen calentamiento para prevenir lesiones antes de empezar tu rutina.

Comienza con movimientos circulares de abajo hacia arriba (pies, rodillas, cadera, hombros, brazos, muñecas, cuello) o de arriba hacia abajo (cuello, muñecas, brazos…) Luego camina o trota ligero, antes de tu ejercicio habitual.

Llevar una dieta equilibrada (rica en antioxidantes como el brócoli y el salmón, por ejemplo), respetar tus días de descanso y tus horas de sueño también es importante, pero sobre todo, mantener una buena postura (espalda recta) cuando estés sentado, frente a la computadora. No olvides abrigar tus articulaciones cuando salgas al frío.

Toma un antiinflamatorio no esteroideo para sentir un alivio prolongado.

 Visita a tu médico

Si experimentas dolor en las articulaciones y notas que aumenta con el frío consulta a tu médico para descartar lesión o enfermedad.  No dejes pasar los síntomas.

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