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Qué es anendofasia: ¿se puede vivir sin voz interna?

¿Qué es anendofasia? La pregunta es tan desconcertante como íntima. Para la mayoría, el pensamiento se da en forma de diálogo interno, una voz que reflexiona, narra, duda, se contradice y, a veces, grita. Pero hay personas que viven en completo silencio mental, sin esa voz interior que muchos dan por sentada. ¿Cómo se organiza su mente? ¿Piensan diferente o simplemente piensan de otra manera?

La condición ha sido objeto de estudio por instituciones como la British Psychological Society, que la denomina anendofasia: la ausencia parcial o total del diálogo interno. Lejos de ser una curiosidad neurológica, plantea preguntas profundas sobre el lenguaje, la conciencia y la estructura del pensamiento humano. La ciencia empieza a escuchar ese silencio.

¿Qué es la anendofasia y cómo se manifiesta?

La anendofasia se define como la falta de una voz interna articulada, aquella que la mayoría de las personas experimentan al leer, planificar, imaginar conversaciones o pensar en palabras. A diferencia de la afasia —que es un trastorno del lenguaje causado por daño cerebral—, la anendofasia no implica un déficit cognitivo, sino una forma diferente de procesamiento mental.

Las personas con anendofasia pueden razonar, tomar decisiones e incluso resolver problemas complejos, pero lo hacen sin verbalizar internamente sus pensamientos. Muchos descubren su condición de forma casual, al escuchar a otros describir cómo “se hablan a sí mismos” y no poder relacionarse con esa experiencia.

¿Se puede vivir sin voz interna? Experiencias y teorías

La respuesta corta es sí, aunque con matices. Vivir sin voz interna no implica vivir sin pensamiento, pero sí vivir sin narrador.  Algunas personas describen su mente como una secuencia de imágenes, sensaciones o ideas abstractas sin forma verbal. Otras dicen pensar en estructuras visuales o flujos emocionales difíciles de traducir a palabras.

Los expertos sugieren que estas diferencias podrían estar vinculadas al nivel de conexión entre áreas del cerebro relacionadas con el lenguaje, como el giro angular y el área de Broca. Sin embargo, la evidencia es preliminar. Lo que sí parece claro es que la ausencia de voz interna en el pensamiento no afecta la inteligencia, aunque puede modificar la forma en que se accede a la memoria o se organizan ideas complejas.

Pensar en silencio: cómo funciona la mente sin narrador interno

¿Y cómo se siente pensar sin palabras? Quienes viven con anendofasia no se sienten limitados, pero a menudo tienen dificultades para tareas que requieren verbalización interna, como memorizar listas de palabras o practicar discursos. Por otro lado, podrían destacar en tareas visuales o espaciales.

Este silencio mental también abre una ventana al debate filosófico: ¿es el lenguaje un requisito para el pensamiento? ¿O solo un vehículo más entre muchos? La anendofasia nos obliga a cuestionar el modelo dominante de mente narrativa. Tal vez pensar no siempre implique hablarse a uno mismo. Tal vez el pensamiento no siempre tenga voz, pero sí sentido.

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