Si tienes un bebé recién nacido en casa o estas en contacto con uno y de repente empieza a llorar y no hay poder humano que lo calme, no funciona darle de comer, ni cambiándole el pañal, ni sacándole los gases, hagas lo que hagas simplemente no deja de llorar, si eso te ha pasado, esta información seguro te va a interesar.

Y es que escuchar a tu bebé, sobrino, ahijado o a cualquier niño llorar sin consuelo, es un sentimiento de desesperación y frustración, porque simplemente no sabes qué es lo que le pasa, nada más no dejan de llorar, por eso el método del doctor Robert Hamilton se ha hecho popular, pues aplicando cuatro pasos, como por arte de magia los bebés se calman y no más llanto.

El doctor Hamilton es un pediatra de California que ha descubierto el método perfecto para calmar a los bebés recién nacidos cuando lloran. Es muy sencillo, pero lo debes hacer con mucho cuidado, sólo aplica a bebés menores de tres meses, pues el peso del bebé y la postura no permiten que se aplique a bebés más grandes.

Ahora si que en cuatro pasos puedes lograr que tu bebé se calme y deje de llorar:

Paso 1:
Primero tienes que agarrar al bebé tranquilamente sin mostrar ningún tipo de agobio ya que sin darte cuenta le estás transmitiendo tranquilidad y esto facilitará el procedimiento.
Levántalo de forma que mire hacia el suelo, y dobla sus brazos con cuidado, apretándolos contra su pecho.
Recuerda tienes que estar lo más relajado posible.

Paso 2:
Ahora mientras con una mano sujetas sus brazos en el pecho como en el paso anterior, con la otra mano deberás de ponerla en la zona del pañal quedando el bebé boca abajo.
Esa mano también sirve de apoyo para la barbilla del bebé.

Paso 3:
Sujeta las nalguitas del bebé con la otra mano. “Utiliza la palma de tu mano, no tus dedos”, advierte Hamilton.

Paso 4: Coloca al bebé en un ángulo de 45 grados y mécelo suavemente. El movimiento puede ser hacia arriba y hacia abajo, o bien “agitando” el bebé delicadamente.

Verás cómo al cabo un poco tiempo el bebé comenzará a calmarse y su llanto comenzará a disminuir hasta terminar de llorar.

La recomendación del experto es hacer el procedimiento de la manera más tranquila posible y sin prisas, más vale hacerlo un poco más lento pero bien que rápido y posiblemente sin ningún efecto.

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