El hombre que por generaciones de reporteros informó de manera puntual el estado del tiempo, partió la tarde del martes 17 de enero. El termómetro marcó 22 grados y el cielo con nublados moderados. Una tarde gris para su familia y todos los que alguna vez conocimos al meteorólogo de cabecera ya fueran estaciones de radio, televisoras o periódicos.
Martín Ricardo Barrón Félix dejó de existir físicamente luego de luchar por su vida durante tres semanas internado en el Hospital General del Estado. A los pocos minutos de conocerse la noticia las redes sociales se llenaron de mensajes de tristeza, de asombro por la noticia, de recuerdos y nostalgia, los grupos de whatsapp timbraban uno tras otro, pero esta vez no fue para solicitar sangre B+ para Martín, fue para anunciar su partida.
Nuestra última plática
La tarde del 22 de diciembre coincidimos para grabar una cápsula informativa sobre el sol y sus efectos en la piel. Ese día amaneció lloviendo y recuerdo que llegamos tarde a nuestra cita pues el tráfico en la ciudad, insoportable normalmente, caótico con la lluvia nos retrasó para verlo a las 4 de la tarde. Amable como siempre, solo dijo – no pasa nada – y sonrió. Recordó las entrevistas que hacíamos en su paso por CONAGUA y cuando por fin nos dispusimos a grabar su participación tuvimos que interrumpir por un problema en el internet que nos dejó otros 15 minutos de charla mientras Martín con sus pantalones de mezclilla, camisa clara y suéter negro se estiraba en la silla y sus tenis blancos asomaban por el otro lado del escritorio.
Así, grabó su intervención y todavía al finalizar preguntó si estábamos contentos con el resultado.
“Si quieren lo vuelvo a decir” dijo Martín siempre amable, siempre dispuesto a ayudar y claro, siempre puesto para hablar de su pasión.
Contó que tenía planes para trabajar su marca digitalmente y quedamos de estar en contacto, faltaban dos días para navidad y así nos despedimos con un abrazo.
Vengo por el clima…Estado del tiempo, se dice estado del tiempo.
Quien fuera reportero de 1997 hasta el 2015 seguramente entrevistó a Martín Barrón al menos una vez. Para muchos de nosotros era visita obligada al menos una vez por semana y fue así como pudimos conocer de sus viajes, de su pasión, de su afición al América e incluso de su familia.
Llegar a su oficina en el centro de gobierno y ver su banderín amarillo colgado de la pared era pretexto para debatir sobre futbol antes de preguntar por las temperaturas y los registros meteorológicos. Rodeados de mapas y libros pero siempre bien recibidos y atendidos para informar el estado del tiempo. (Término que nos hizo entender a muchos tras reiteradas ocasiones y correcciones)
Martín, buenas tardes, venimos por clima…. “Estado del tiempo, se dice estado del tiempo”
No había lluvia, tormenta, ciclón o huracán que no fuera la fuente de todos los medios de comunicación, tanto así que llegó a contar con 35 mil 900 entrevistas otorgadas y rara era la vez que no atendiera el teléfono o acudiera a los estudios de televisión. Para muchos fue costumbre verlo por la noche con Hilario Olea y Víctor Mendoza o en algún otro canal de televisión. Enlazado telefónicamente en la radio o a través de las redes sociales.
Martín Barrón Félix, jefe de meteorología de la CONAGUA hasta el 21 de diciembre de 2015 fue la voz que informó la temperatura ahora sí que lloviera, tronara o relampagueara aun sin estar ya en la dependencia federal y fue a través de sus redes y participaciones mediáticas que seguía activo en lo suyo, la meteorología. En los últimos meses colaboraba incluso con diputados para asesorar sobre temas climáticos en algunos proyectos.
Una sentida partida
Desde el 27 de diciembre que se conoció la noticia que Martín Barrón estaba hospitalizado no hubo día que en los noticieros no hubiera un reporte de su estado de salud, las publicaciones para solicitar sangre circularon haciendo el mayor esfuerzo para que su condición mejorara. Cada día el colega Felipe Medina emitía un reporte sobre su estado y pedía que se siguiera apoyando.
Hubo muchos compañeros que mostraron su tamaño de corazón que desinteresados dieron su apoyo moral o económico en el tiempo que Martín y su familia estuvieron en el hospital.
En un gremio que pocas veces se une para fines en común se demostró que el agradecimiento a Martín Barrón era grande pues las convocatorias de ayuda si dieron resultado. Al final Martín se ha ido y sabemos que ahora el cielo se ha despejado, las nubes se han ido y desde un lugar mejor de seguro tendrá de primera mano cuáles serán las temperaturas para los próximos días.
Descansa en paz Martín Barrón.
