Un tema que causó bastante controversia durante esta semana fue lo ocurrido en la Colonia Palo Verde donde Gerardo Isaías Holguín de la Torre, conocido como “El Pelón” fue abatido por policías municipales al defenderse de una agresión cuando trataban de evitar que Gerardo se quitara la vida. Sin embargo en cuestión de segundos, la tensión creció y cuando los agentes intentaron detener al «Gera», éste se abalanzó hiriendo al Oficial José Alberto Granillo López. La reacción para defender la vida fue disparar sus armas de cargo. Gerardo murió.

Usan fuerza letal policías municipales contra hombre en el Palo Verde

El video que un vecino grabó, se hizo viral en las redes sociales y a partir de ahí, la controversia para saber si el actuar de los policías fue el correcto o si la muerte de Gerardo pudo  evitarse.

¿Exceso de fuerza?

Lo cierto es que ante una amenaza contra su integridad, los policías están facultados para usar sus armas de cargo y así neutralizar lo que compromete su vida. La pregunta es ¿cuánta fuerza es correcto utilizar? ¿están los policías municipales de Hermosillo capacitados para reaccionar correctamente a situaciones de tensión? ¿Podrían tener armas no letales para casos como el de Gerardo?

Al momento hay una investigación que la propia corporación debe llevar, pero lo que si es que La Comisión Estatal de Derechos Humanos ha abierto de oficio una indagatoria por este caso, lo explica Pedro González Avilés, presidente de la Comisión en Sonora.

 

La familia de Gerardo

Sin embargo, para ambas partes que protagonizaron el hecho, hay un lado que considerar. En el caso de Gerardo, deja una familia, dos hijos, y unos padres que lamentan lo sucedido aunque también de alguna manera se resignan al final que tuvo su hijo. En el mismo patio donde cayó tras los disparos, Gerardo fue velado, el féretro plateado con flores y velas bajo una lona azul. Alrededor en sillas plegables de aluminio su familia y amigos le dieron la despedida. Su padre, Francisco Gerardo Holgín expresó que para ellos es un capítulo cerrado porque la vida de su hijo ya se perdió.

Por otro lado, cuando sonó el teléfono de Isela Granillo el pasado jueves pasada la una de la tarde, le dijeron que su hermano estaba herido y era llevado al hospital. Es el policía que Gerardo lesionó antes de morir. La angustia fue enorme pues cada día que José Alberto sale a trabajar como policía municipal en Hermosillo piensan que existe la posibilidad que no regrese. Saben que tiene que cuidar su vida pues es el sostén de su propia familia y un elemento que es reconocido por sus compañeros de la corporación. Lamentan lo sucedido pero también piden que se comprenda que los policías estaban haciendo su trabajo.

Al respecto, la corporación policíaca informó que los otros dos elementos han rendido su declaración ministerial y mientras dure la investigación les han retirado sus armas de cargo y trabajan en labores administrativas. Por su parte la alcaldesa Célida López ha contactado a la familia de Gerardo y afirma que se trabajará en capacitar de mejor manera a los elementos policíacos en Hermosillo.

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