Mientras que a nivel nacional e internacional se discute el tema de los Parlamentos Abiertos, en nuestro estado nuestros representantes populares andan organizando la celebración del día del niño. Así de desfasados estamos.
Es el momento en el que recuerdo a mi padre cuando nos decía a mi y a mis hermanos: “mijitos primero lo primero” sobre todo cuando queríamos manejar el carro antes de dominar la bici. En este caso las y los Legisladores andan enseñando una labor que no acaban por dominar.
Espero que el lector se esté preguntando ¿qué caso tendrá enseñarle a las niñas y los niños más aplicados la labor legislativa si ésta no está al alcance de los estándares internacionales? ¿Qué acaso no sería algo así como el padre de familia empecinado en enseñarle a sus hijos técnicas de albañilería cuando no cuenta con los conocimientos mínimos para hacer la mezcla?
Es probable que el tema de los Parlamentos Abiertos no sea del agrado de las y los Legisladores, sobre todo porque este tema implica una apertura extensa de la información presupuestal, de las listas de asistencia, de los viajes, de los usos de los millones que se les dan como apoyo legislativo y de todo lo que los representantes populares aprueban y ejecutan a lo largo de su función.
Podemos decir que los Parlamentos Abiertos buscan en gran medida que las y los ciudadanos nos metamos hasta el fondo de las Cámaras incluso sin la necesidad de pedir permiso. Esto quiere decir que tengan a la mano toda la información que éstos generan y acumulan con el fin de que sea fuente de propuestas ciudadanas o simplemente material para incentivar formas creativas de participación social más documentada y con argumentos.
Los Parlamentos Abiertos nacieron como parte del paradigma de Los Gobiernos Abiertos, el cual por cierto está llevándose a cabo su principal discusión en las sesiones de la Cumbre Global de Gobiernos Abiertos en el Distrito Federal, reuniendo a autoridades y a organismos de la Sociedad Civil provenientes de 64 países.
Los principales resultados que con esta alianza se esperan alcanzar son: cumplir con los parámetros de transparencia, rendición de cuentas, participación y uso de tecnologías deseables para una sociedad moderna pero sobre todo democrática.
En específico es importante mencionar que con esta alianza se busca entre otras cosas que los Congresos Locales, así como el Senado y el Congreso de la Unión garanticen: comunicación entre los representantes y las y los ciudadanos, pongan a disposición presupuestos transparentes, hagan uso de la tecnología para que las sesiones y todos los documentos que se discuten en éstas sean públicos, que se busquen los canales para informar de manera sencilla y explícita al ciudadano sobre la tarea legislativa, que se explique el proceso de elaboración de leyes y se proporcionen en formatos abiertos todos los documentos, entre muchas otras cosas.
Digamos en palabras sencillas que mientras no tengamos un Parlamento Abierto con todas sus letras, las y los legisladores no tendrían porque estar educando a las niñas y a los niños sobre una labor que no se lleva a cabo de manera cabal.
Mientras las y los ciudadanos sigamos peleando encarnizadamente la información parlamentaria que tendría que estar accesible para el escrutinio público estaremos muy lejos de tener un Parlamento Abierto; mientras las y los Diputados se escondan para hablar de presupuestos la idea de ser un Parlamento Abierto será sin dudarlo menos importante que la celebración del día del niño.
