Ya está disponible en la plataforma de Netflix desde el pasado fin de semana, el documental 1994 que dirige Diego Osorno y en el que se reflejan los acontecimientos que marcaron ese año en nuestro país.
Sin duda fue un momento de quiebre en la historia contemporánea de México.
Acercarse al documental esperando encontrar una respuesta contundente sobre la muerte de Luis Donaldo Colosio, es una expectativa que no logrará cubrirse.
Es sin embargo bajo mi punto de vista un buen ejercicio, una pieza bien lograda por el equipo involucrado que a su vez pudo reunir varias piezas desde el rescate documental, imágenes y audios originales y los testimonios de quienes aun se encuentran con vida.
Sin embargo aunque algunas piezas podamos sentir que encajan, algo no termina de embonar del todo en ese rompecabezas; no terminan por completar el cuadro ante un expectador que espera ver nombres o un nombre en concreto para poder decir: El mandó matar a Colosio.
Nos quedamos entonces con la certeza de que alguien o algunos a un alto nivel, diseñaron y colocaron las piezas para que ocurriera lo que pasó y que finalmente tendremos que llegar a una conclusión: fue un crímen de Estado y ante esa respuesta muchos pueden ser culpables y nadie es responsable único o comprobado.
También nos quedamos con la certeza de que pese a tanto personaje que ha desfilado por la responsabilidad de la investigación en todo el camino se han dejado cabos sueltos que abonan en el ambiente de confusión que desde el principio ha marcado el caso; la certeza en que un tal Mario Aburto disparó el arma pero siempre queda la duda si ese Mario Aburto de Lomas Taurinas es el mismo de Almoloya; un hombre de personalidad indefinida, confusa.
Un gran merito de los hacedores de esta serie, es el hecho de haber obtenido tantos testimonios de actores directamente involucrados en su momento porque estaban cerca del candidato o porque ostentaban el poder desde la parte formal de la estructura de gobierno e incluso que siguen vigentes en la política nacional como es el caso de Alfonso Durazo.
Me parece un trabajo bien articulado, ordenado y un documento de obligada consulta que nos permite contextualizar en parte, el momento actual y en general una parte importante, de quiebre sin duda, en la historia contemporánea de nuestro país.
Una producción bien cuidada, en la que se procura situar al personaje (sin corbata) en lo que sugiere ser un espacio personal de su casa, con los encuadres adecuados y la iluminación como elemento escencial de la escena.
Dicen que la primera frase de un libro es la que logra anclarte en su lectura o por lo menos que continues leyendolo más allá del inicio. En este caso el documental tiene esa virtud de entrada; arrancar con un Carlos Salinas de Gortari que es como el gancho, o la punta del hilo que podrá desenredar la madeja para ir luego describiendo el contexto de la designación, las reacciones a la misma, llegar a su asesinato, mostrar las inconsistencias de la investigación, pasar por todos los actores hasta ponderar a Ernesto Zedillo como quien hizo lo que estaba obligado a hacer y que tambien hubira hecho Colosio, que es propiciar la tansición y cerrar con un joven político que se resiste a envenenarse el alma, como lo es Luis Donaldo Colosio Riojas, es un un recorrido que logra hacerse sin que se caiga la historia.
Mejor título no podría haberse dado al documental que en 5 capítulos de 45 minutos cada uno refleja ese año de 1994 que fue no se si principio o fin de qué, pero que arranca con la entrada en vigor del tratado de libre comercio, el levantamiento del EZLN, el asesinato de Colosio, el nombramiento del candidato sustituto, el asesinato de Ruíz Massieu y concluye con el “error de diciembre”.
Explica el propio Osorno “Después de toda la investigación, la imagen que me queda de Colosio es que no era un gran estadista, sino un tipo normal que terminó metido en una cueva de lobos; su asesinato genera unas dinámicas políticas y judiciales que eran inéditas en el país, pero creo que el documental es sobre la crisis del poder en México y las resonancias que tiene hasta el día de hoy”.
Me parece pues en síntesis, un material de consulta recomendable.
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En lo local muy preocupante el clima de inseguridad que se asienta en la capital sonorense. El pasado viernes el crimen dejó sin vida a un comandante de la AMIC. Van cuatro mandos que han perdido la vida en esta capital en lo que va del año.
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La imagen positiva la encontramos en la entrega de camiones que hizo la gobernadora Pavlovich para apoyar a estudiantes, más de 3 mil, de comunidades apartadas. Serán un total de 40 unidades y por lo pronto han entregado 22. Bien!
También en el renglón educativo dan a conocer que se ha alcanzado un primer acuerdo entre el ISSSTESON y la UniSon. En dicho acuerdo la Universidad de Sonora acepta pagar el porcentaje completo en lo relativo a servicios médicos desde enero del presente año y el ISSSTESON accede a recibir el pago de pensiones de forma gradual y así quedaría de la siguiente manera: éste año considerándolo desde enero pasa del 8 al 14%, en 2020 al 18, 2021 el 23% y en 2022 al 27%. El acuerdo será puesto a consideración de sus juntas de gobierno y universitaria, respectivamente.
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Y en la nota social y afectiva, vaya desde este espacio una calurosa felicitación para Fernando Oropeza el señor que escribe información privilegiada para los de a pie. Fernando arribó a sus 50 años de edad y el portal que dirige, www.paralosdeapie.com.mxa su quinto aniversario! Pues que vengan muchos más.
¿Seguimos coincidiéndo? www.SoledadDurazo.com@SoledadDurazo FB Soledad Durazo
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@SoledadDurazo