Tengo pestañas cortas, son de “aguacero” como dice mi abuelita, por más rímel que me pongo no logró que tengan la forma que espero y en vista de las tendencias, parece que las pestañas postizas son la mejor opción o ¿no?
Las extensiones de pestañas están de moda. Un par de pestañas postizas se pueden adquirir en tiendas, farmacias, pero en Japón sólo necesitas acudir a una máquina expendedora para comprarlas.
Hemos visto a grandes estrellas lucir miradas de impacto con las pestañas que se colocan permanentemente, sin embargo las alertas se han prendido debido a un informe del Colegio de Oftalmólogos del Reino Unido, que advirtió sobre los peligros de llevar con demasiada frecuencia pestañas postizas, y recientemente el Ministerio de Salud japonés manifestó su preocupación por el aumento de infecciones causadas por esta moda en aquella nación.
Algunos de los riesgos enumerados van desde una leve conjuntivitis hasta la inflamación del párpado y peor, un daño irreparable en la córnea.
Según una entrevista que recopila la BBC, Shiori Sugie, una chica adicta a las pestañas postizas, aseguró que la tercera vez que se puso extensiones «inmediatamente» sintió una sensación de ardor en sus ojos. «Durante una semana estuvieron hinchados, como si estuviera llorando». Surgie había comprado estas extensiones en una oferta de un salón de belleza.
De acuerdo con las autoridades japonesas, Surgie no es la única, pues una de cada cuatro mujeres experimenta algún tipo de irritación: «Normalmente vemos a pacientes que llegan con conjuntivitis, ojos rojos e irritación general», explica el oftalmólogo Masayoshi Kajita, de la clínica Kajita en Tokio, Japón.
Según el portal del diario elpais.com uno de los principales culpables es el pegamento que se utiliza para colocar las pestañas, debido a que contienen una sustancia química llamada formaldehído, la cual es conocida por causar reacciones alérgicas, que además permite acumular suciedad y bacterias que se anidan en el ojo.
El peor daño se realiza cuando las pestañas se colocan muy seguido, pues se convierte en un círculo vicioso que eventualmente podría enfermar al sistema ocular.
«Por ejemplo, si las pinzas dañan el ojo durante el procedimiento o si la extensión no está bien adherida, puede haber una infección que en caso de agravarse el paciente puede perder la vista», dijo el doctor Kajita.
Debido a los riesgos que conlleva este tratamiento, en Japón está prohibido colocarlas sin una licencia especial, pero muchas personas no se molestan en pedir la licencia o las siguen adquiriendo en los centros comerciales.
La vanidad femenina, y también masculina, se ha convertido en un constante peligro, desde las operaciones estéticas hasta estos procedimientos sencillos que a primera vista parecen inofensivos…