El sábado 1 de noviembre a las 3 de la tarde con 6 minutos en el centro de la ciudad la explosión en la tienda Waldos de Doctor Noriega y Matamoros rompió con la calma de cientos de ciudadanos que realizaban las compras por el Día de Muertos.
Minutos antes dos apagones llamaron la atención de locatarios que narraron cómo la luz se fue unos minutos y después regresó pero un nuevo apagón tuvo lugar y luego la explosión. Luego el caos.
Mientras los cuerpos de emergencia llegaban fue la misma gente la que comenzó a ayudar, otros grabaron solamente. Dice Jazel Jazmin Espinoza.
“En vez de apoyarnos porque si se necesitaban manos, estaban solo con el celular o se me quedaban viendo”
Ella ayudó a rescatar a un hombre y le apagó las llamas del cuerpo con una chamarra.
En otra esquina, Fernando con la mirada perdida preguntaba por su pareja, Ana quien trabajaba en la tienda y estaba en el comedor. Horas más tarde, Fernando encontró el cuerpo en el forense. Así como muchas familias más que al no encontrar en los hospitales, llegaron al SEMEFO para confirmar lo que tanto temían. Afuera, al menos 15 carros de funerarias de distintas compañías esperaban. Una larga noche para las familias que buscaban identificar a sus familiares.
La primera cifra oficial por la noche la dio el fiscal, 23 fallecidos y 12 heridos. También dijo que había sido un accidente y se descartaba que la explosión haya sido provocada. Minutos más tarde, también dijeron que un transformador de energía dentro de la tienda había explotado.
Ya por la mañana autoridades de fiscalía y agencias de investigación entraban a los restos de la tienda, comenzaron a sacar bolsas con evidencia para iniciar formalmente con la investigación. Mientras en las vallas que resguardaban el lugar, personas dejaban coronas, veladoras y flores en memoria de la víctimas.
Más tarde, funcionarios estatales y municipales salieron para anunciar que de los 23 fallecidos, 21 han sido identificados y dos no han sido reclamados, que de los heridos 2 están graves. Una joven de 20 años y un adulto mayor de 81. Su estado es crítico.
Los negocios del centro este domingo no abrieron sus puertas en solidaridad con las víctimas. Las 68 tiendas de Waldos en Sonora fueron cerradas por la autoridad y se dio a conocer también que la tienda en cuestión no tenía aprobado el plan interno de protección civil. También anunciaron que el transformador no era de CFE.
Durante la mañana empezaron a darse a conocer los nombres de las víctimas, una pareja de novios que fueron a la tienda, una enfermera y sus dos hijos que iban a comprar adornos para un altar por el 2 de noviembre. Una cajera y el subgerente de la tienda. Y así poco a poco en redes sociales fotos y más fotos, esquelas y mensajes de tristeza.
A las 3 de la tarde, los compañeros de trabajo y amigos de Zelma Quintero, la enfermera que iba de compras con sus dos hijos los esperaban por fuera de un hospital privado donde laboraba para darles el último adiós. Hicieron guardia, pasé de lista y dieron el pésame al esposo y padre que perdió a su familia en tan solo unos minutos. Luego irían a Guaymas a darles sepultura. Al final de la ceremonia, el padre de Zelma dijo que espera haya responsables, aunque a su hija ya sus nietos nadie se los devuelve.
Este domingo no hubo celebraciones, toda actividad cultural fue cancelada y en las funerarias de la ciudad familias se despedían de sus seres queridos. En Hermosillo el ánimo se sentía como hace 16 años cuando perdimos a 49 pequeños y pequeñas y pensamos que nunca volveríamos a vivir algo parecido.
