En el marco del Día Mundial de la Atención al Parkinson, la Secretaría de Salud del Estado hace un llamado a la población a informarse sobre la enfermedad, sus síntomas tempranos y alternativas para su tratamiento.
Eleazar Valle Armenta, Subjefe de Enseñanza e Investigación y Neurólogo del Hospital General, comentó que la enfermedad de Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa, caracterizada por pérdida neuronal acelerada del sistema nigro estriatal, es decir, donde se produce la dopamina en el cerebro.
“Los signos característicos de la enfermedad son el temblor, rigidez, y el más importante, la lentitud de los movimientos, que es lo que más incapacita a la persona, pues va perdiendo la capacidad automática en su vida diaria, es decir, que más del 90% de las cosas que hacemos fluyen de manera automática y con esta condición hay que concentrarse en cada acto por sencillo que sea, como ponerse la ropa, comer, cada paso que se da”, resaltó Valle Armenta.
Por otra parte, indicó que 15 a 20 años antes de que aparezcan dichos signos, ya hay síntomas que anteceden la enfermedad y es en su conjunto que pueden predecir la enfermedad, como son: estreñimiento crónico, pérdida de la capacidad olfatoria, insomnio, piel grasosa y cansancio sin motivo, entre otros.
La enfermedad de Parkinson ocupa el segundo lugar en enfermedades degenerativas del cerebro, después del Alzheimer, que ocupa el primer lugar.
Es importante mencionar que el Parkinson es una enfermedad crónica que afecta del 1 al 2% de la población mayor de 50 años de edad, situación que afecta a la persona de manera significativa pues se encuentra en la plenitud de su vida, en lo económico y familiar.
Así mismo, se debe señalar que no hay cura para este mal y que hay medicamentos en fase experimental que pueden ayudar a controlarlo.
La Secretaría de Salud hace un llamado, a la población en general, a conocer bien los síntomas tempranos y atenderlos, a fin de ir llevando la enfermedad de la mejor manera y, en el caso de ya padecerla, incluir terapia física de rehabilitación para que el paciente se desenvuelva efectivamente en su vida diaria.
