Los malos hábitos alimenticios y el cáncer de mama van de la mano. 1 de cada 3 casos nuevos se estima que pudo corresponder a los malos hábitos alimenticios, confirmó la nutricionista clínica de la Universidad de Sonora, Ana Teresa Limón.
La especialista comentó que está comprobado que si un paciente tiene antecedentes familiares de cáncer de mama y se encuentra en los supuestos de padecer sobrepeso, una vida sedentaria, su alimentación es baja en fibra y alta en consumo de carne roja, es muy probable que desarrolle la enfermedad.
El cuidar la alimentación cuando se padece la enfermedad, resaltó, es igualmente importante, pues el deterioro de la salud impacta en este aspecto.
Aun cuando se debe hacer un traje a la medida para cada caso, la nutricionista explicó que los alimentos que una persona con cáncer debe evitar son el alto consumo de grasas saturadas como la manteca puerco, la mantequilla, la crema, el aceite de coco, el alto consumo de carnes rojas, los embutidos y los alimentos altamente procesados.
Ana Teresa Limón insistió que los pacientes que ya tienen la enfermedad deben acudir a especialistas, no deben seguir recomendaciones que le den amigos o el internet, porque pueden afectar la salud.
Por ejemplo, dijo, la toronja es una fruta con muchos beneficios en la mayoría de los casos, pero para las personas que reciben quimioterapias es malo su consumo, porque tiene efectos secundarios.
La nutricionista recomendó cuidar lo que se consume, hacer ejercicio y estar siempre apoyados por especialistas en la materia.
“Una alimentación saludable, acompañada de frutas y verduras, agua y ejercicio bajar consumo de grasas y carnes rojas nos va ayudar a prevenir el cáncer de mama, es sumamente importante porque esta en nuestras manos prevenir”, puntualizó.
