A pesar que existe tanta información, programas, leyes y otros acuerdos a nivel internacional que promueven los derechos de las personas con discapacidad (PcD), indefinidamente somos testigos de su nula o parcial aplicación, existiendo una constante exclusión y discriminación hacia ellas.
Si bien sabemos que el término nos refiere a la acción de hacer una distinción de una persona o grupo, a la acción de clasificar o distinguir algo; pero se le da un sentido peyorativo cuando tiene conexión con las PcD.
Esta acción de manera negativa se da en muchos sentidos, primordialmente por la falta de conocimiento de la sociedad sobre las diversas condiciones de vida que existen en el ser humano, propiciadas principalmente por sus características físicas o formas de vida consideradas “fuera de lo normal”.
Y es así donde como sociedad debemos insistir en promover acciones en beneficio del conocimiento y la diversidad, que permitan revertir las acciones que de forma cotidiana se ponen en práctica, dañando a las PcD, impidiéndoles el goce total de derechos en la salud, la educación, el trabajo, la justicia, la cultura, entre muchos otros, a los cuales como seres humanos tenemos acceso.
Como padres de PcD debemos ser conscientes e informarnos, conocer la legislación que tiene nuestro país y que ampara cualquier violación a los derechos de nuestros hijos o familiares con alguna discapacidad.
Existen formas diversas de discriminación, desde las más severas como la negación de sus derechos universales que ya mencioné, hasta las más sutiles como la ignorancia social y los efectos que ésta provocan diversas barreras y exclusión.
Pero ¿Qué podemos hacer al respecto?
Si bien existe una dependencia especializada en esto, el Consejo Nacional para el Desarrollo y la Inclusión de las Personas con Discapacidad – (CONADIS) que tiene como principal objetivo combatir la discriminación a este sector de la población, cuyo programa aprobado en 2014, incluyó cinco ejes y seis líneas de acción, pero ¿Ustedes lo conocen? ¿Han leído sobre ello?
Y esto es por poner un ejemplo, porque existen acuerdos a nivel internacional como la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, donde se establecen los derechos y obligaciones de manera global de este sector, como una forma de proteger y asegurar el cumplimiento de manera generalizada – y a nivel mundial- por parte de los Estados firmantes, incluyendo a nuestro México.
Sin embargo, también resulta un documento poco conocido por las familias de las PcD, las cuales considero son la base y raíz que pueden impulsar grandes cambios de conciencia social y de acciones a desarrollar en favor del propio tejido social.
Por otra parte resulta necesario y urgente, continuar uniendo esfuerzos y alzando la voz desde la sociedad civil, para lograr esos deseados cambios en la conciencia social, continuando con las campañas de información e impacto sobre los diversos sectores que la componen, incluyendo a las PcD.
En nuestras manos está continuar fomentando la empatía, tolerancia, el respeto la vida humana, la transmisión de valores la comunicación digna, pero sobretodo inculcar y educar sobre los correctos conceptos relacionados con la discapacidad, que permitan el entendimiento de esta diversidad y que seamos incluyentes en todos los aspectos y no sólo sea un término de moda.
Para muestra un botón: http://www.gob.mx/conadis/documentos/programa-nacional-para-el-desarrollo-y-la-inclusion-de-las-personas-con-discapacidad-2014-2018
