Tras el anuncio de suspender la entrada de aficionados a los estadios de baseball en Sonora hubo dos reacciones que aun viniendo del mismo origen fueron totalmente opuestas.

Una que obviamente buscaba más sacar partido al tema político a través de la confrontación y el desplante que gana adeptos populares y la otra, más inteligente que a pesar de no satisfacer el deseo de mucha gente, está más allá de la popularidad y se decantó por el sentido común y el bienestar de toda una ciudadanía.

Sergio Pablo Mariscal, alcalde morenista de Cajeme se dedicó a twitear casi de inmediato desde el anuncio hecho por las autoridades del Órgano Colegiado Intersecretarial de Seguimiento, Evaluación y Supervisión de Medidas de Protección a la Salud y Reactivación Económica de suspender la entrada de aficionados a los estadios una serie de mensajes donde lo más evidente era la falta de oficio político y diálogo que tanto pedía al Secretario de Salud Enrique Claussen a quien tachó de irrespetuoso, autoritario e incluso dijo que no tenía competencia.

Por otro lado, la alcaldesa también morenista Célida López, al conocer el anuncio respaldó a través del Comité Municipal de Salud la decisión del estado y sentenció que la prioridad es la salud de los ciudadanos de Hermosillo y de Sonora secundando que la temporada se debe jugar sin público presente.

¿La diferencia entre uno y otra? A Célida le importa su gente, es responsable y sabe de política, las formas son fundamentales. Sergio Pablo Mariscal no responde más que a sus intereses políticos, replica el actuar federal de manera irresponsable y de política no conoce de formas. Defiende lo indefendible.

La mayoría de la gente respaldó la medida que por sentido común busca proteger la salud de los sonorenses. Luego del espectáculo en el estadio de los Yaquis donde se evidenció que muchas veces el público no sabe respetar reglas y que el bien común no importa más que la diversión individual, la cerveza y la fiesta.

Sergio Pablo no sabe o no quiere saber que la decisión no recae solo en Enrique Claussen, el órgano colegiado lo conforman más autoridades que van de los económico, de seguridad y otros además del sector salud. Parecía más pleito personal con el titular de salud.

Sergio Pablo no sabe que el béisbol no lo es todo, no sabe que las familias se ponen en riesgo y que no supieron aprovechar la oportunidad que se les dio de asistir a un estadio a presenciar un juego y no a embriagarse. Culpa a las autoridades de salud a las que tanto necesitó cuando Cajeme era de los municipios con más casos.

Sergio Pablo no sabe que buscaba defender lo que no tenía defensa, a toda costa quiere espectáculo para su pueblo. Pero ni siquiera el Club de Yaquis de Obregón chistó, acataron y anunciaron total apoyo a la medida, junto con otros actores políticos que desde Morena tienen incidencia en el municipio como la legisladora Ernestina Castro que mostró más interés por la gente que por el show.

Sergio Pablo quería que le pidieran permiso. Sergio Pablo dice que funciona mejor con un café platicador. Eso es ego.

Sergio Pablo no sabe que no sabe.

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