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París: una realidad cotidiana en otras latitudes.

“Nunca imaginé que le pasaría algo en París”. Esas fueron las palabras de la madre de la chica mexicoamericana que murió el pasado viernes en los atentados de París.

No puedo evitar pensar en términos como “sociedad de riesgo” o “modernidad líquida” al pensar en la sombría noche del pasado y simbólico viernes 13 en París.

Recuerdo cuando las olas de violencia subían como la espuma en la ciudad natal de mi familia materna, Nogales, ciudad en la que ir al supermercado representaba un riesgo latente ante la posibilidad de un “ajuste de cuentas” en el estacionamiento que podía, y que muchas veces terminó, en una bala perdida y letal que daba por terminada la vida de un inocente que seguramente pensaba cualquier cosa menos la muerte en ese momento.

¿En qué momento nos familiarizamos tanto con la violencia, las muertes “colaterales”, los asesinatos y demás actos que terminan con la vida de nuestros iguales?

En el mundo, a diario, niños, jóvenes, ancianos, amas de casa, empresarios, trabajadores y en general la humanidad muere en las distintas latitudes de nuestro planeta por conflictos económicos, religiosos o la razón que a un grupo de personas le parece pertinente para acabar con la vida de otras personas. Pareciera que el mundo entero se sacudió hasta que, lo que pasa a diario en México y en muchos países de medio oriente, pasó en la mágica y bella París.

Quisiera que Facebook, en lugar de proporcionar un filtro con la bandera de Francia, nos hubiera dado un filtro con la imagen del globo terráqueo que se encuentra enfermo de ambición, imposición ideológica y una cultura de odio.

El saldo: 160 muertos (se estiman), 360 heridos, terror en París, terror en distintas capitales del mundo, bombas francesas atacando Siria para matar a muchas personas más, una declaración de guerra, declaraciones de líderes internacionales buscando señalar responsables, la consolidación de un plan comenzado en 2001 para convertir a cualquier árabe o a quien profese el islam como terrorista, odio entre naciones y una posible tercera guerra mundial.

Seguramente nos encontramos ante un acontecimiento que marcará la historia de Francia como le sucedió a EE.UU. en el 9/11 o a México en ese espeluznante 26 de septiembre del 2014 pero creo que esto va más allá, creo nos encontramos ante un parteaguas tanto de una situación bélica así como un momento de pacto social en el que seremos protagonistas sobre las condiciones ante las que la vida social se desarrollará, ya sea con el miedo, la violencia, inseguridad, incertidumbre… ¿hacia dónde vamos como humanidad? Más violencia, una guerra, ¿son las respuestas?

 

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