Las infecciones del tracto urinario (ITU) son afecciones comunes que afectan a muchas personas y se caracterizan por síntomas reconocibles como dolor al orinar, urgencia frecuente y dolor en la región de la vejiga.
Sin embargo, hay varios síntomas menos conocidos que también pueden indicar la presencia de una ITU y que no deben ser ignorados, ya que el tratamiento temprano es crucial para prevenir complicaciones. A continuación, se describen algunos de estos síntomas poco conocidos.
Malestar general y fatiga: Señales de alarma del cuerpo
Impacto Energético de las ITU. El malestar general y la fatiga son señales que el cuerpo envía cuando algo no está funcionando correctamente. En el caso de las infecciones urinarias, estos síntomas pueden surgir porque el sistema inmunitario está trabajando a marchas forzadas para luchar contra la infección, lo que requiere un consumo energético significativo.
Atención a los Síntomas Inespecíficos. Es vital prestar atención a estos síntomas inespecíficos, especialmente si no hay una razón obvia como cambios en el ejercicio, el estrés o la dieta que pudiera explicarlos.
La fatiga que no mejora con el descanso y el malestar general persistente merecen una consulta médica para descartar la posibilidad de una ITU o cualquier otra afección que requiera tratamiento.
El dolor en la espalda baja o lateral puede ser confundido fácilmente con tensiones musculares o problemas en la columna, pero su presencia simultánea con otros síntomas urinarios puede ser indicativa de una infección que ha ascendido hacia los riñones, conocida como pielonefritis. Este tipo de infección es más grave y requiere atención médica inmediata.
La pielonefritis puede presentarse con fiebre, escalofríos y dolor punzante en la espalda o el costado, y es importante no pasar por alto estos signos. La atención médica oportuna es esencial para evitar complicaciones serias como daño renal o sepsis, una respuesta corporal extrema a la infección que puede ser potencialmente mortal.
La orina puede convertirse en un indicador visible de una ITU. Una orina turbia o con un color más oscuro de lo normal, junto con un olor fuerte o desagradable, puede sugerir la presencia de bacterias o pus en el tracto urinario. La hematuria, o sangre en la orina, puede no ser siempre visible a simple vista y en ocasiones solo se detecta mediante un análisis de orina.
Es esencial observar estos cambios y consultar con un profesional de la salud si se detectan. Estas alteraciones pueden ser un aviso temprano y tratarse eficazmente si se diagnostican a tiempo, previniendo el agravamiento de la infección.
Los problemas gastrointestinales como náuseas, vómitos y dolor abdominal pueden parecer a primera vista desvinculados de las ITU, pero en realidad pueden ser manifestaciones de una infección que se está extendiendo o que está ejerciendo presión sobre el tracto gastrointestinal.
Confusión o cambios en el estado mental
Es crucial estar atentos a los cambios repentinos en el estado mental, especialmente en las personas mayores, que pueden ser síntomas subestimados de una infección urinaria. La confusión, pérdida de la orientación en tiempo y espacio, o una disminución en la agudeza cognitiva podrían ser interpretados erróneamente como signos de demencia o declive cognitivo relacionado con la edad.
Sin embargo, estas alteraciones mentales a menudo están directamente vinculadas a la diseminación sistémica de una ITU. Las toxinas liberadas por la infección y la respuesta inflamatoria del cuerpo pueden afectar el cerebro, alterando el funcionamiento mental. Este estado alterado es una señal de alerta que requiere evaluación médica inmediata para descartar una ITU, que es tratable y reversible con el diagnóstico y la terapia antibiótica adecuados.
En los niños y aún más en los bebés, los síntomas de una infección urinaria pueden no ser los típicos y a menudo pasan desapercibidos. Los signos clásicos de ITU en adultos, como la urgencia o el dolor al orinar, pueden no estar presentes o no ser comunicables, especialmente en los más pequeños.
En su lugar, los padres y cuidadores deben observar con atención las fiebres inexplicables, la irritabilidad inusual, una disminución en el apetito o una alteración en las rutinas normales, como cambios en el sueño o en la actividad diurna. Los bebés pueden presentar un llanto inconsolable o un estado de ánimo inusualmente apático, que son indicativos de malestar y pueden ser señales de una ITU.
Si bien algunos síntomas de las infecciones urinarias son bien conocidos y fácilmente reconocibles, hay una gama de signos menos evidentes que no deben ser desestimados.
Ante la presencia de cualquiera de estos síntomas poco conocidos, especialmente si se manifiestan de forma repentina o en combinación con los más comunes, es importante buscar asesoramiento médico. Un diagnóstico y tratamiento oportunos son cruciales para evitar la progresión de la infección y asegurar una pronta recuperación.