A pesar de que la exigencia y expectativa de que haya cuadros debidamente formados, fortalecidos y profesionalizados, todavía hay operadores del nuevo sistema de justicia penal que no entienden su mística y grandes propósitos, afirmó Miguel Chon Duarte, presidente de la Academia de Derecho Penal del Departamento de Derecho.

El académico de la Universidad de Sonora planteó que con todo y estar ya inmersos en un nuevo paradigma de justicia, se sabe que abogados, jueces, ministerios públicos y policías, que son sus operadores más visibles, todavía muestran debilidades para aplicarlo de la manera correcta.

“Este sistema, como todo lo nuevo, empieza con errores y aciertos, pero aquí lo importante es que ya empezó el pasado 30 de mayo en lo que corresponde a Sonora, antes de la fecha límite para ponerse en operación en todo el país, que es el 18 de junio, y por supuesto que debe ir mejorando”, dijo.

Chon Duarte puntualizó en que debe dejarse ya atrás el modelo anterior, que tuvo muchos fracasos, y que por ello se emigró al actual, el cual afirmó que está rodeado de muchas expectativas como una nueva forma en que se proteja a la sociedad de la delincuencia, y donde los procesos penales ya se miden por la calidad.

Reiteró que todos los operadores deberán tener capacidad en el ramo, conocer su mecánica, que estén inmersos en esta nueva mística del proceso y, sobre todo, que conozcan la renovada terminología, como la teoría del caso, técnicas de investigación, quién es el principal respondiente y qué es la cadena de custodia, entre otros conceptos.

Añadió que esto obliga principalmente a los jueces, porque deben estar bien preparados, y ya no trabajar a “la antigüita”, con expedientes o formalidades del siglo pasado, pues ahora será a través de audiencias donde se va a arreglar la mayoría de los asuntos.

“Esto requiere jueces ágiles, con honestidad a toda prueba y que conozcan el procedimiento y el derecho penal a fondo, así como todas las figuras aledañas, el amparo, nuevos principios del sistema y que hay nuevas figuras creadas en la Corte Interamericana de Derechos Humanos, como es el control de convencionalidad”, apuntó Chon Duarte.

“En general, hay gran interés de todos, y esperemos no traicionar esa confianza aportando cada quien su granito de arena”, expresó el académico, y advirtió que todos los delitos que se vayan cometiendo serán bajo la esfera del nuevo sistema, sin ser retroactivo; es decir, si una persona cometió un delito hace dos meses, no podrá acogerse al nuevo modelo.

Dijo que está diseñado de tal suerte que hay una serie de medidas alternas que permiten que el proceso no llegue hasta su última etapa. “Podríamos decir que un 95% de los asuntos se va a ir por esas vías, como son criterio de oportunidad, acuerdos reparatorios, suspensión provisional del proceso, conciliación, mediación y el juicio abreviado, en el que caben todos los delitos”, indicó.

En el caso de los estudiantes que se forman en esta materia en la alma mater, afirmó que se apoyan en un nuevo centro para los juicios orales, donde se dan diplomados, cursos formativos, simulacros, además de que los académicos en sus asignaturas orientan ese esfuerzo tanto en la teoría como la práctica.

La Universidad de Sonora, concluyó, ha sido un gran impulsor de este modelo, además de ser sede y pivote en las estrategias de formación para estudiantes, académicos, policías, ministerios públicos y defensores de oficio, entre otros representantes del sistema penal y judicial.

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