Otro 21 de marzo acaba de pasar y con gusto vimos a nivel mundial a miles de personas sumarse a esta campaña de usar calcetines disparejos o desparejados, con el objetivo de hacer conciencia sobre la diversidad humana que existe y el respeto hacia las personas con síndrome de Down.
Pero una vez pasada la euforia de la conmemoración del Día Mundial del síndrome de Down, las miles de fotografías y hashtags en las redes sociales que se compartieron usando calcetines disparejos, apostando a que todos somos diferentes ¿qué podemos esperar?
Espero que esa gran campaña impulsada desde 2018 por Chloe Lennon, una niña con SD de cinco años que invitó mediante un video en la red, a “Rocks yours socks”, haciéndose viral y que este año rompió un record en el mundo, haya impactado realmente en la conciencia social.
Que todos los que se hayan sumado a este movimiento, sigan dirigiéndose hacia el respeto de la diversidad humana, hacia el cumplimiento de los derechos de las personas con SD y con discapacidad en el mundo, como una forma de aceptarla y otorgarles las oportunidades que se merecen.
Espero que les haya quedado muy claro que las personas con SD no lo sufren o lo padecen, no les duele tener el síndrome, simplemente viven con un cromosoma extra en sus células que los hace tener estilos diversos de aprendizajes y de desarrollo.
Que sus facciones y características físicas, no tienen nada que ver con sus capacidades, que no son mongolos porque no todos han nacido en Mongolia, al contrario existen datos que nacen en todo el mundo, de uno entre cada mil 100 individuos.
Y que aprovechando esta reciente conmemoración, quiero recordarles que asi puede ser todo el tiempo y no solo cada 21 de marzo en donde demos pie, a la aceptación de la diversidad, donde nos veamos comprometidos a respetar e incluir, porque eso debe ser siempre.
También espero que a partir de esta jornada puedan sumarse a erradicar mitos, que no sigan pensando que las personas con SD son niños para siempre, incluyendo a los medios de comunicación que manejaron cientos de notas, cuyos encabezados lucían por poner un ejemplo: “Niños con síndrome de Down…” y nunca vi referirse a jóvenes, adultos, incluso a adultos mayores.
Parte de esa conciencia la hacemos los familiares de las personas con SD, a lo cual nos sumamos al compromiso de concientizar siempre, de impulsar una visión donde todos tenemos sueños, proyectos y metas en la vida, incluyendo las personas con SD.
Que sean capaces de ser sujetas de derechos, de que sean dotadas de oportunidades en todos los ámbitos, que como sociedad junto con los gobiernos, podamos impulsar políticas públicas que impacten y promuevan una verdadera inclusión.
Hoy más que nunca, quiero ver esas acciones donde seamos capaz de tener una perspectiva de la discapacidad, de concientización y empatía.