Han sido ya 10 años de marchar, de gritar las consignas para exigir justicia, 10 años de recorrer las calles bajo el sol y con el calor apretando.  Aunque nadie flaquea por eso. La indignación y el dolor son tan fuertes como la primera vez que miles de personas tomaron las calles como en aquel 2009. Hoy no están todos los que eran, pero son todos los que están. Con enorme compromiso, este 5 de junio cerca de 5 mil personas marcharon para pedir ABC Nunca Más.

A pie, en bicicleta, en carriolas y hasta en patines…con silla de ruedas o bastón, con el hijo de la mano o el perro a un lado, muchos marcharon desde la Guardería ABC acompañando a las familias en su duelo que permanece, el llanto de algunas madres, de las abuelas que sosteniendo la foto de su pequeño o pequeña no pueden ocultar las lágrimas que salen al golpe de los tambores, de las consignas que retumban y en la enorme solidaridad que se siente al ir en esa procesión que va sumando poco a poco más gente conforme avanza.

Al grito de “Tenemos 10 años y no estamos cansados” es notoria la presencia de muchos jóvenes, de muchos niños que demuestran que al menos en 10 años se ha ganado conciencia en torno a la tragedia y eso deriva en una participación que da gusto acompañar. También, adolescentes que fueron parte de esa historia, hoy, 10 años despúes convertidos en activos marchantes quizá con una idea más clara del porqué están ahí. Ellos luchan a diario para superar las secuelas de ese incendio que nos marcó.

Los padres, quienes más sufren llegan y toman de nuevo las escalinatas, las lágrimas durante el pase de lista al escuchar en coro “no debió morir” luego del nombre de las 49 víctimas, el manifiesto que tras una década exige la misma justicia que año tras año esperan que llegue sin éxito. Nada más que agradecer el apoyo de aquellos que no ceden y siguen ahí al pie del cañón. Han pasado 10 años y No están solos.

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