Era un poco más de las siete de la tarde cuando el interior de la catedral metropolitana de Hermosillo estaba por celebrarse la misa dominical, Por fuera del recinto religioso un grupo de manifestantes feministas que marchaban por el día internacional de la mujer llegaron a gritar consignas.
En cuestión de segundos la situación se salió de control cuando las manifestantes comenzaron a romper las ventanas de las puertas de la iglesia, en ese momento las familias que se encontraban al interior reaccionaron y mientras unos buscaban salirse otros tomaron las bancas para poner barricadas en las puertas tratando de evitar que las manifestantes ingresaron al lugar.
Mientras afuera los manifestantes rayaban las paredes con consignas, dentro de el lugar, principalmente niños y mujeres comenzaron a sufrir crisis ante el miedo de lo que pudiera pasar si el contingente protestante entraba en la iglesia.
Inmediatamente algunas personas optaron por resguardarse en el confesionario y en los nichos funerarios a puerta cerrada, mientras que otros intentaron salir por la parte de atrás mientras el padre invitaba a los presentes a guardar la calma en lo que pasaba la manifestación. Mientras esperaban, algunas personas organizaron grupos para rezar, mientras otros ayudaban a calmar a ls personas con crisis.
Luego de casi una hora de permancer resguardados, los feligreses pudieron salir por la puerta trasera y ponerse a salvo.
