Ante la emergencia sanitaria por coronavirus, centro educativos públicos y privados en México tuvieron que cerrar sus puertas y así evitar la propagación del virus SARS-CoV-2.
Desde el pasado 23 de marzo, día que en dio inicio la Jornada Nacional de Sana Distancia, las instituciones educativas comenzaron a mudarse al sistema digital de enseñanza, lo que significó un cambio tanto para los alumnos como para los profesores y miembros de todo el personal académico.
La Secretaría de Salud (SSa) informó que hasta este miércoles 29 de julio se han registrado 408,449 casos positivos acumulados y 45,361 muertes por coronavirus. En las 32 entidades federativas se encuentran establecidas disposiciones de estado de riesgo máximo y alto, lo que significa que muchas actividades, incluyendo las educativas, se encuentran suspendidas.
En este contexto, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) dio a conocer que, si los padres de familia deciden cambiar de escuela a sus hijos, las instituciones privadas deberán regresar el monto correspondiente a la reinscripción o serán acreedores de una multa.
Ricardo Sheffield Padilla, titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), dijo en una entrevista con Milenio, que las instituciones educativas privadas, al ser proveedoras de servicio, deben ser muy claras sobre cuáles van a ser las prestaciones que ofrecerán, de manera que los términos estén pactados para ambas partes antes de que los padres de familia paguen la inscripción o reinscripción.
“Si yo tomo la decisión de irme del sistema privado al público, yo estoy en mi derecho de pedir la devolución de mi inscripción, y si no me la quieren devolver, hay multas que pueden llegar a 3 millones de pesos, por caso. A parte de las multas, estamos trabajando de la mano con la SEP, y pudiera haber casos, en que la propia SEP intervenga para imponer las sanciones que corresponden a ello”, dijo.
Derivado de la contingencia sanitaria actual, algunas escuelas privadas redujeron el costo de sus colegiaturas a fin de apoyar la economía familiar de sus estudiantes en tiempos de crisis. No obstante, los responsables de pagar a estas instituciones han optado por tramitar cambios de escuela, o por apelar a más descuentos para continuar recibiendo el servicio.
