El estrés, el cansancio y la ansiedad del día a día no nos permiten conectarnos con nosotros mismos y nuestros seres queridos. La técnica del yoga se plantea como una solución a este problema; y cada vez suma más adeptos. Lo cierto es que no sólo brinda serenidad, estabilidad y momentos de introspección; sino que también otorga innumerables beneficios a nuestro cuerpo como flexibilidad, elasticidad, fuerza, resistencia y ejercitada regularmente tiene una indudable eficacia antiestrés y flexibiliza el cuerpo. Lo que no es poco. Pero esas son apenas algunas de las múltiples caras del yoga, que también es filosofía, estilo de vida, y sistema de armonización psicofísica.

En sus más de cinco mil años de historia cubrió un intenso recorrido, desde sus inicios contemplativos en las montañas de la India antigua, hasta el poderoso y multifacético cuerpo doctrinario que se diseminó por todo el planeta. Hoy la palabra yoga circula con comodidad dentro del discurso de la ciencia occidental y no son pocos los médicos y psicólogos que la recomiendan como herramienta terapéutica de aplicaciones múltiples.

Existen estudios científicos que avalan la eficacia de esta práctica milenaria para controlar el dolor, el estrés, la hipertensión y la diabetes; también para doblegar contracturas musculares o mejorar la capacidad respiratoria de las personas asmáticas y recuperar el equilibrio mental.

«Yoga es la unión de la mente, el cuerpo y el espíritu a través de la respiración y la meditación”

La clave fundamental en el yoga es la respiración. La premisa de esta actividad es volver consciente esta función biológica que realizamos de forma mecánica o involuntariamente. «El control de la respiración es inseparable del movimiento, quietud o desarrollo de las posturas. La respiración es una puerta de acceso a la purificación de la mente y el cuerpo”

Puede ayudarnos a sustituir progresivamente la enfermedad por la salud, la debilidad por la fuerza, el temor por el amor, la dispersión por la concentración, la ansiedad por el contento, la duda por la confianza, la acción inconsciente, automática o pasional por el acto consciente, profundo y ecuánime. Es cuidado del cuerpo, manteniéndolo sano y saludable, como medio necesario para obtener la armonía y equilibrio global de la persona. El Yoga no es más ni menos que «una filosofía de vida”, concluye Estela Hernández.

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