Como una nueva fuente de energía limpia y renovable, los biocombustibles son mejores que los combustibles fósiles tóxicos –que son recursos no renovables–, como petróleo, carbón y gas natural, porque ayudan a mitigar el cambio climático y a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, afirmó Juan Antonio Noriega Rodríguez, profesor investigador del Posgrado en Ciencias de la Ingeniería-Ingeniería Química, de la Universidad de Sonora.

En entrevista, el académico dijo que además los biocombustibles ayudan a la captura de grandes cantidades de CO2 en el ambiente. «Este proceso, combinado con otros esfuerzos, ayudan a combatir el cambio climático y a estabilizar la concentración atmosférica de los gases de efecto invernadero», expresó.

Noriega Rodríguez señaló que las fuentes de combustible alternativas modernas tienden a ser más caras que las tradicionales, pero también son más limpias y amigables con el ambiente y el humano. Además, añadió, los biocombustibles provienen de la biomasa; es decir, la materia orgánica que se origina mediante un proceso biológico, espontáneo o provocado, y que puede ser utilizable como fuente de energía.

Juan Antonio Noriega, experto en el área y también organizador del curso de actualización «Bioenergéticos Potenciales en Sonora, México y Ciclos de Vida», consideró que para tener un mundo mejor se debe evitar el derroche energético y cambiar los combustibles fósiles por energías renovables.

Por ello, destacó que en la Universidad de Sonora no se detienen los esfuerzos para contribuir en esta área mediante el desarrollo de proyectos conjuntos con otras instituciones educativas, industrias privadas y gobierno para desarrollar, difundir y permear en la sociedad la trascendencia de la investigación aplicada en el área de producción de bioenergéticos.

Noriega Rodríguez hizo mención a que nuestra entidad posee un enorme potencial para ser líder en bioenergéticos, ya que tiene una tradición agrícola y agroindustrial, con grandes extensiones de terreno para la siembra de variedades que no requieren mucha agua, como la higuerilla. Incluso, advirtió, se tienen avances en la producción de microalgas en ambientes controlados, como la acuacultura, señalando que Sonora debe incluir en su plan energético a los biocombustibles.

«Nuestra entidad debe sentar las bases para incluir en su programa energético estas fuentes alternas de energía limpia que, junto como otras fuentes, como la solar y eólica, abatirán la quema de combustibles fósiles, además de que son proyectos viables para los inversionistas», concluyó.

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