La comodidad de los electrodomésticos modernos es innegable. Hacen que nuestra vida diaria sea mucho más fácil y eficiente, pero también pueden ser devoradores silenciosos de energía y dinero cuando los dejamos enchufados mientras no los usamos.
Además, te proporcionaremos algunas recomendaciones prácticas para evitar que tu factura de electricidad se dispare.
Uno de los electrodomésticos más comunes en muchos hogares es el enfriador de agua. Aunque es muy conveniente tener agua fría al alcance en todo momento, estos dispositivos consumen más energía de lo que podrías imaginar.
En promedio, un enfriador de agua puede consumir entre 100 y 800 vatios por hora, dependiendo de su tamaño y eficiencia.
Recomendación: Si no tienes una necesidad urgente de agua fría, desconecta el enfriador cuando no lo estés usando. Además, considera invertir en un filtro de agua de grifo para reducir la necesidad de tener agua embotellada constantemente.
Los cargadores de dispositivos como los de teléfonos móviles y computadoras portátiles son otro ladrón silencioso de energía. A menudo, los dejamos enchufados incluso cuando no están cargando nada. Estos cargadores consumen energía, aunque sea en pequeñas cantidades, cuando están enchufados.
Recomendación: Desconecta los cargadores de dispositivos cuando no los estés utilizando o invierte en cargadores más modernos que consumen menos energía en modo de espera.
El televisor es uno de los electrodomésticos más utilizados en la mayoría de los hogares. Lo que quizás no sepas es que muchos televisores modernos continúan consumiendo energía incluso cuando están apagados. Esto se debe a que están en modo de espera y listos para responder a un comando remoto.
Recomendación: Siempre que sea posible, desconecta el televisor por completo. Si no quieres lidiar con la molestia de enchufarlo y desenchufarlo constantemente, considera utilizar una regleta con interruptor para apagar todos tus dispositivos electrónicos de un solo golpe.
Según el Departamento de Energía de los Estados Unidos, aproximadamente el 10% del consumo de energía en un hogar típico se destina a dispositivos electrónicos que están apagados o en modo de espera.
Esto se traduce en un gasto innecesario de miles de dólares al año para muchas familias. Además, según el sitio web Energy.gov, los dispositivos que se quedan enchufados pero no se utilizan pueden contribuir al aumento de las facturas de electricidad.
El control de tus gastos de energía es más fácil de lo que parece. Siguiendo estas recomendaciones y desconectando estos tres electrodomésticos cuando no los necesitas, puedes reducir significativamente tu factura de electricidad. Además, estarás ayudando al medio ambiente al reducir tu huella de carbono.
Recuerda que cada pequeño esfuerzo cuenta cuando se trata de ahorrar energía y dinero. Entonces, la próxima vez que salgas de casa, asegúrate de desconectar estos electrodomésticos y verás cómo tu billetera te lo agradecerá al final del mes. ¡La energía que ahorras es la energía que no pagas!