La piel o el pelaje de un perro puede oscurecerse por varias razones, como:
  • Crecimiento: Cuando un cachorro se convierte en adulto, su piel rosada se oscurece un poco. 
  • Hiperpigmentación: Esta reacción del organismo a ciertas afecciones se manifiesta como áreas de piel engrosada y de color marrón claro a negro. 
  • Agresiones cutáneas: La piel se hiperpigmenta como parte de la reparación de la piel, aumentando la producción de melanina, un pigmento oscuro que protege las capas cutáneas. 
  • Nariz de nieve: En los meses fríos, la nariz de los perros se desvanece debido a que la enzima tirosinasa, que produce la pigmentación, se vuelve menos activa. 
  • Alergias cutáneas: La piel se inflama y puede desarrollar lesiones e infecciones, lo que puede hacer que el perro tenga un tono de piel oscuro. 
  • Envejecimiento: El pelaje de los perros se vuelve grisáceo con el paso de los años. 
  • Estrés: El pelo puede volverse blanco como signo de ansiedad. 
  • Genética: Algunos perros son genéticamente propensos al envejecimiento prematuro. 
  • Vitíligo: Una patología rara en la piel que se caracteriza por la insuficiencia de pigmentación. 
    La aparición de manchas oscuras en la piel puede deberse a diversas causas, como los parásitos o la seborrea. Cuando aparecen en la piel, las manchas oscuras pueden ser el resultado de un trastorno hormonal o inflamatorio, entre otros.
  • Existen otras causas de hiperpigmentación de la piel, en ausencia de picor, como variaciones específicas de la raza, trastornos seborreicos, alteraciones hormonales (endocrinas), algunos medicamentos, cambios fisiológicos, etc. Los trastornos endocrinos más comunes que causan hiperpigmentación son el hipotiroidismo (glándula tiroides poco activa) y la enfermedad de Cushing (glándulas suprarrenales hiperactivas). No obstante, en otros casos pueden estar implicados otros sistemas hormonales. Las alteraciones que experimenta la piel a raíz de cambios en las hormonas sexuales, como ocurre con la pubertad, la castración o la esterilización, están bien documentadas, aunque es bastante infrecuente que persistan a largo plazo.

    Los trastornos hormonales suelen causar pérdida de pelo de manera simétrica en ambos flancos, además del oscurecimiento de la piel afectada. En el caso del hipotiroidismo, pueden observarse también comedones. Estos aparecen también en el síndrome de Cushing, cuando suelen ir acompañados de un adelgazamiento de la piel y de otras lesiones cutáneas, como depósitos de calcio. Los signos sistémicos pueden incluir también alteraciones del comportamiento, en el nivel de actividad, la micción, la sed y el apetito.

    Ante cualquier sospecha de un problema hormonal o endocrino, debe buscarse siempre consejo veterinario: la mayoría de estos problemas tienen tratamiento y la piel suele recuperar su estado normal cuando se trata la enfermedad subyacente.

     

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