Jairo tiene 29 años, al nacer y hasta los 13 años un problema del corazón lo mantuvo prácticamente internado en el Seguro Social durante su niñez.

A los 13 es operado por su mal cardíaco y pudo vivir una adolescencia donde ir a la escuela, bailar y jugar era cosa normal. Era feliz Jairo y su familia. Han pasado 15 años desde esa operación y ahora los problemas de salud vuelven a poner a Jairo en un camino que pudiera no tener regreso.

 

“Cuando era pequeño no la contaba, pasó internado desde que nació y hasta los 13, ya lo conocían en el hospital y los médicos me decían que me fuera haciendo a la idea de que no viviría mucho. Lo operaron y lo he tenido 15 años más conmigo pero ahora me han dicho que tiene solo 6 meses de vida”

Jairo Javier tiene síndrome de down, padece ahora a sus casi 30 hipertensión pulmonar que con su condición cardíaca hace que durante 16 horas al día deba estar conectado a un tanque de oxígeno, medirse constantemente la oxigenación pues su piel comienza a ponerse roja, sus labios, sus orejas si no recibe lo suficiente. Mientras está en casa un potenciador de oxígeno lo hace que esté conectado a la energía eléctrica para respirar, si no debe cargar con un tanque portátil que cuesta 180 pesos recargarlo y dura 3 horas. Necesita 16 horas al día.

 

Además requiere que se le suministre un medicamento llamado Bosentan que cuesta al mes casi 50 mil pesos y su familia no tiene los medios para costearlo.

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En su casa, sale “La Paloma”, una perrita chihuahua de color blanco con manchas negras y un collar verde, detrás llega Jairo con un sombrero puesto y me enseña su manguera con la que respira, detrás viene con un aparato de color azul que le suministra el oxígeno, su madre le toma la medición con un aparato que va en su dedo índice y me indica que solo de caminar del cuarto a la sala su respiración se afectó. Su piel comienza a mostrar vasos sanguíneos reventados como pequeños derrames y sus orejas se tornan rojas. Sin embargo la sonrisa de Jairo nunca deja de brillar. Y al ver la cámara que lo entrevista, toma el micrófono y dice – “Cristinita, te amo, te amo, ayúdame a curarme”

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Extraña su escuela, de la cual ya se graduó, también extraña su trabajo empacando en un extinto Santa Fe, pero constantes desmayos mientras laboraba hicieron que dejara el trabajo. Podría tener un infarto y era peligroso. Ahora el menor esfuerzo es un riesgo. Le vuelvo a mencionar a Cristina en forma de burla y su sonrisa vuelve. Me enseña una foto donde están juntos. Era su novia.

 

Este sábado 1 de octubre a las 8 de la noche se llevará a cabo un evento de exhibición de carros en el Estadio Sonora, se llama “Regálale un respiro” y busca que los asistentes donen una cantidad de dinero que sea utilizada para apoyar en la compra de recargas de oxígeno. La invitación es abierta y Jairo de seguro que lo agradece pues cada respiro es muy importante para preservar una vida de calidad.

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Existe la posibilidad de que se pueda adquirir un tanque portátil que sea recargable, es decir, que en vez de llenarse cada vez, éste pueda generar al conectarse a energía el oxígeno necesario y además se pueda cargar. Eso haría las cosas más fáciles y sin tanto gasto para sus padres y su familia. Cuesta 60 mil pesos y una vez que se tuviesen los recursos debe pedirse especialmente.

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Jairo, gusta de jugar algo parecido a los bolos, es la alegría de la casa nos cuenta su abuelo Manuel Eduardo y dice que hablará poquito pues se le hace un nudo en la garganta. Su nieto y él tienen ese vínculo especial que solo existe con un abuelo. Son cómplices pues, y el amor se nota. Las gracias a  la gente que conozca a Jairo y esté dispuesta a ayudar son las palabras que su abuelo puede decir.

 

“No puedo decir más porque se me hace un nudo en la garganta…yo le pido a dios con todas mis ganas que me lo alivie, que primero me lleve a mí y luego a él, ha sido una persona que nos ha traído mucha alegría y un baluarte en esta casa”

 

Jairo afirma que ya no puede trabajar y hace un ademán de que le puede dar un infarto, tampoco baila ya pero su familia sabe que la calidad de vida que lleve es importante, por eso la prioridad ahora es cuidar que su abasto de oxígeno esté cubierto, de ahí el llamado es para que la gente apoye el evento donde se puede recaudar el dinero para ayudar a Jairo o si prefiere hacerlo de manera personal puede aportar en la cuenta Banamex 4766 8406 0799 2299 o Bancomer 4152 130 6756 1428.

 

 

 

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