Lejos de esa imagen cero onda de las «solteronas» de antes, hoy se las conoce como «Professional Aunt No Kids» (tías profesionales sin hijos) y ya forman un nuevo target de consumo.

Hay una nueva generación de tías solteras muy diferentes de aquellas solteronas poco glamorosas de tiempos pasados cuya única conexión con sus sobrinos consistía en estamparles un pegajoso beso rojo en la mejilla para después tratarlos con la más absoluta indiferencia.

Todo lo contrario, las tías hoy son mujeres con las ganas, el tiempo y, en muchos casos, con disponibilidad económica suficientes para generar un sinfín de diversión con sus sobrinos y sobrinas.

Investigadores de mercado y publicistas en Estados Unidos ya las detectaron y las tienen en la mira. Las Professional Aunt No Kids – tías profesionales sin hijos- más conocidas como PANK , constituyen el nuevo target al que van dirigidas las promociones y ofertas que alientan el consumo de productos para niños: ropa, juguetes, parques de diversiones, restaurantes y hasta vacaciones. Al parecer ser tía no sólo puede hacernos felices sino, también, más gastadoras. ¿Será para tanto?

TÍA, SÍ. MADRE -POR AHORA- NO
Estadísticas como las del Censo de fertilidad realizado en Estados Unidos en 2010, demuestran una tendencia creciente entre mujeres jóvenes profesionales a desplazar el momento de la maternidad hasta bien entrados los 30 o los 40. Por ejemplo, en dicho estudio se constató que más de un 25% de las mujeres entre 30 y 34 no tienen hijos y que el 20% de las mujeres entre 40 y 44 años no tienen hijos. Esta última cifra se duplicó con respecto a diez años atrás, lo que permite concluir que la tendencia a posponer la maternidad va en aumento.

De esto también puede leerse que todas esas mujeres que deciden no ser madres «por ahora», que suelen estar muy contentas con sus logros en distintos ámbitos de la vida, no tienen hijos propios, pero sí tienen sobrinos o hijos de amigos muy queridos en sus vidas. A ellas, el hecho de ser tías no les «pesa» en absoluto. Todo lo contrario, ellas sienten que el lazo que las une con sus sobrinos, ahijados o con los hijos de sus amigas íntimas, es un maravillosos regalo de la vida.

Son conscientes de que el amor de niño es una calidad de afecto muy especial, que suma mucho a la construcción de su felicidad y ellas están dispuestas activamente a disfrutarlo, desarrollarlo y nutrirlo. Así, las PANK, se convierten en un segmento de mercado de alto potencial para el consumo.

LAS TÍAS AL RESCATE
Con una óptica alejada de la del mercado, la autora de Comer, rezar, amar, Elizabeth Gilbert, también analiza a esta nueva generación de tías. Lo hace en su en su segundo libro, Comprometida, donde se refiere a este grupo, del que ella forma orgullosa parte, como «la brigada de las tías».

Si bien asume que este rol les brinda la oportunidad de disfrutar del cariño infinito de los sobrinos sin ejercer la responsabilidad una madre o un padre, también subraya que estas tías comparten una misión más trascendente: la de ser un sostén afectivo, tanto para las madres en su crianza, como para los niños en su crecimiento. Textualmente reflexiona: «Es como si, como especie, los humanos necesitáramos una gran cantidad de mujeres responsables y compasivas sin hijos, que estén disponibles para apoyar a la comunidad en general de varias maneras… Mi trabajo no es tan sólo malcriar y disfrutar de mi sobrina y de mi sobrino (aunque asumo esa misión al pie de la letra) sino también el de ser una tía a disposición del mundo -una tía embajadora- capaz de brindar una mano, allí donde se necesita ayuda, en cualquier familia».

¿Disfrutás de ser tía? ¿Qué compartes con tus sobrinos?

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