Lucen como verdaderas fotografías.

El talento de la artista Erika Craig permite que sus retratos sean igual de realistas que una fotografía, especialmente cuando éstos involucran el agua. La iniciativa nació tras notar la dificultad que suscita retratar a alguien sobre el agua y darse cuenta el irreal desafío que implicaría embarcarse en un proyecto de esa naturaleza.

Debido a que el reflejo sobre el agua experimenta un cambio constante, la artista debió lidiar para que los retratos lucieran reales. Su talento y precisión provocaron que los resultados fueran aún más sorprendentes, hecho que permitió que su nombre lograra traspasar fronteras, especialmente al interior del exclusivo mundo del arte.

Una de las principales que Craig busca transmitir a través de esta serie de retratos bajo el agua es la inherente y fuerte conexión que existe entre el ser humano y la naturaleza, la cual suele ser separada del hombre posicionándolo fatídicamente en un nivel superior.

“Estas piezas parecen hermosas y serenas, un momento de calma, de introspección o de escape, pero también provoca un sentimiento de ahogo”.

“Mi trabajo lidia con el realismo y la abstracción, los límites y el potencial. El subconsciente con la conciencia expansiva”.

Erika Craig
“Dibujo desde mis propias experiencias de sentirme atrapada y limitada, aislada de los demás. El proceso de pintar es una meditación y un proceso de sanación”.

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