El debate al senado en Sonora lo ganó…

Como es obvio, cada equipo se autoproclamó ganador del debate. De cada casa de campaña la foto levantando  la mano, el comunicado que pone a sus representantes en primer lugar y destaca la participación en el ejercicio que organizó el INE. Eso es lo que se esperaba.

¿Qué se destaca de este debate?

Primero, la logística. Un gran trabajo de los organizadores, el INE y la sede. Espacio con excelente audio e imagen para los que pudimos presenciar en el lugar este ejercicio de contrastes entre los candidatos.

Después, la apertura para que los candidatos pudieran decir lo que tenían planeado, sin censuras, sin fallas técnicas repentinas, transmitido en los canales estatales de radio y televisión. Un importante ejercicio que puso al alcance de los ciudadanos para que por criterio propio apreciaran lo que ahí se discutió. La libertad de expresión pareja para cada candidato.

El formato, accidentado. Realizar un ejercicio de este tamaño no es cualquier cosa y faltó que los propios conductores comprendieran la dinámica antes. Confusión con los tiempos y las participaciones además de intervenciones demasiado largas para preguntar. Hay que recordar que los protagonistas no son los moderadores.

Los candidatos

Ya cada candidato, en su particular preparación, se desempeñó de acuerdo a la estrategia que estudiaron y que iba con las intenciones que buscaba con su participación en este debate.

Sylvana Beltrones: No perdió el tiempo en pelear, aunque contestó en varias ocasiones señalamientos directos. Fue la que mejor uso del tiempo tuvo. Administró sus intervenciones y propuso. Más que atacar o defenderse, utilizó el tiempo para dar a conocer sus propuestas. Tal vez un poco rígida al principio, con el transcurso del tiempo mostró confianza y contestó las alusiones con respeto y sin perder las formas.

Manuel Ignacio Acosta: A veces no se nota la diferencia entre Maloro alcalde y Maloro candidato al centrar sus discursos igual que lo hacía a su paso por el gobierno municipal. Como era de esperarse, su trabajo en la administración de Hermosillo fue lo que utilizaron en su contra y pasó más tiempo contestando y explicando ese tema. Habló de propuestas pero Le faltó contundencia.

Lilly Téllez: Sin filtros, tuvo para todos pero centró su batería en Antonio Astiazarán a quién señaló fuertemente en el tema de la generación de energía. Pero también señaló al gobierno local, a los partidos y todo el que se le cruzó. Si bien es la que mejor manejo y dicción mostró, lo cierto es que en algún punto del debate dejó de proponer para dedicarse al ataque. Corrijió el lenguaje de los candidatos, retó a los contendientes y gastó el tiempo sin dejar oportunidad de participar a su compañero Alfonso Durazo en varias ocasiones pues importó más desahogar su enojo contra el sistema y los candidatos que lo representan.

Alfonso Durazo: Es conocido el ímpetu de Durazo Montaño cuando habla de los temas que lo ocupan, así que fue notoria su preocupación por el tiempo del reloj para no extenderse demasiado y su mirada durante todo el debate estuvo en el monitor así que ante las cámaras su mirada nunca estuvo dirigida al público. Su discurso fue de propuesta tal cual lo hace en las colonias hablando en general del proyecto Morenista,  y no fue señalado como se esperaba. Pudo hablar más si su compañera no se hubiera gastado el tiempo casi en todas las réplicas a las que tuvieron derecho.

Leticia Cuesta: Mostró un buen desempeño, segura y concentrada en lo que ensayó. Fue señalada y contestó a las alusiones sin mayor efecto. Aprendió rápido el formato panista de mostrar cartulinas para exponer sus puntos. Le afectó el tema de Sonora Ciudadana pues de ambas fórmulas contrarias lo usaron para señalar la demanda laboral que interpusieron los trabajadores de la Asociación cuando ella era directora y que tumbaron sus señalamientos sobre la falta de seguridad social.

Antonio Astiazarán: Fue señalado por Lilly Téllez y jamás aclaró el tema, se limitó a revirar con el tema de la 3 de 3, pareció pedir esquina cuando le solicitó a la candidata de Morena que mejor cuestionara a la aspirante del PRI Sylvana Beltrones lo cual fue criticado por las candidatas en cuestión. Con buena experiencia para debatir, nunca dejó de sonreír, manejó bien los tiempos y fueron la fórmula más compenetrada al ser los que jugaron en equipo a la hora de contestar consultándose en varias ocasiones durante el debate.

¿Quién ganó?

Las redes sociales se inundaron de los propios equipos de cada partido, posicionando hash tags, comentando las virtudes de cada participante pero poco se vió de la opinión de los que realmente importan. La sociedad civil.

Ojalá las audiencias hayan puesto interés en este ejercicio que al final de cuenta es donde pueden ver a los candidatos tal cual, sin los discursos populistas, sin los recorridos para la foto, sin el baile para redes sociales.

Esperaría que la gente haya tenido tiempo de analizar, que los estudiantes de la sede universitaria comenten este acto que tuvo lugar en su escuela. La opinión de los ciudadanos es la que cuenta y estoy seguro que en estas elecciones en particular, la decisión será tomada más por el fondo que por la forma, así que el análisis en cada hogar hará que la gente dé la mejor calificación que se conocerá el primero de julio.

 

 

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