No solo las calles de Hermosillo están sucias, los camellones sin mantenimiento, calles sin nomenclatura, indigentes por doquier, basura acumulada y casos de inseguridad en prácticamente todas las colonias de la ciudad. También los espacios públicos que utilizan las familias de la ciudad se están cayendo por la falta de interés, voluntad y obviamente de dinero al cierre de la administración municipal. Total ya se acabó y ahora será problema de otros.

El parque Madero, un lugar que los niños utilizan para jugar, las familias para convivir y que hasta hace unos meses era un sitio cómodo para recreación, hoy se ha convertido en un lugar sucio, riesgoso y lleno de hierba y basura acumuladas que no solo dan mala imagen sino que también representa un foco de infección pues el agua estancada y la vegetación sin mantenimiento son criadero de moscos. 

Al centro del parque un verde, lamoso y lodoso lago formado por las últimas lluvias que adorna como en los viejos tiempos el lugar, solo que también flota basura, moscos y demás insectos. 

Instalaciones descompuestas, luces sin funcionar, adornos rotos, en fin, un estado de abandono que las familias no merecen porque es uno de los pocos lugares a donde la gente podía acudir sin gastar mucho y pasarla bien. Este domingo el parque lució desierto en comparación con otros fines de semana donde los pequeños andaban en bicicleta acompañados de sus padres. 

La basura acumulada en el contenedor principal pero abierta, ramas por todo el parque tiradas de los árboles grandes, tierra acumulada por la falta de barrido y agua encharcada por todos lados. Fuera de lo natural por las lluvias, la falta de interés en el mantenimiento es evidente. Que triste que se abandone a una ciudad.

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