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Tengo muchas ganas de abrazar a mi hijo porque desde que empezó esto, no he podido: Enfermera Dulce

Para Dulce González que su pequeño hijo la considere una heroína es una enorme motivación para continuar día a día haciendo su trabajo. Desde hace 10 años es enfermera y ahora trabaja en el primer frente cuidando pacientes que padecen coronavirus.

En contraparte, este 10 de mayo no podrá abrazar a su hijo Jesús Tadeo. Las medidas de precaución por su trabajo no se lo permitirán y el sentimiento es de tristeza pues ya son muchos días de no poder mostrarle su amor.

“Le digo a Dios que ya pase todo,tengo muchas ganas de abrazar a mi hijo porque desde que empezó esto del Covid, no he podido abrazar a mi hijo, ni besarlo ni nada y me da mucha tristeza que el me dice que si cuándo lo voy a poder besar, que extraña mis besitos y los abrazos”

Dulce viaja todos los días a Magdalena y regresa a Hermosillo pues trabaja una noche en el Hospital General de allá y en el ISSSTESON de la capital sonorense la noche siguiente así que la entrevista la hace arriba de un camión de pasajeros.
Reflexiona sobre como ahora piensa en separarse de sus padres y su hijo pues para cuidarlos más piensa ir a un albergue para enfermeras y estar aislada.

Ahora vive junto a ellos pero el riesgo es alto y aunque vive en la misma casa, está alejada en otro cuarto. Este domingo tampoco abrazará a su madre.

Y lo único que quisiera es que todo termine. Aunque la posibilidad parece lejana pues el escenario que ve a diario cuando está fuera del hospital no es el más alentador y es triste saber que aún faltan muchos días de estar separados. Las palabras de su hijo son su motivación.

“Me dice que soy como una superhéroe, como el Capitán América, Thor…que soy una heroína. Que se siente muy orgulloso de mí. Me hace sentir muy emocionada, muy feliz y para echarle todas las ganas, porque yo a veces que llego con la moral para abajo de ver a los pacientes, y sobre todo por ver a la gente haciendo fila en los oxxo, me da tristeza”

Al igual que ella extraña a su madre y a su hijo, las pacientes que atiende en esta contingencia sanitaria también son mamás, abuelas o hijos y este 10 de mayo también será muy difícil pues además de pelear con la enfermedad, la soledad es dura por el aislamiento. Dulce debe dejar de lado su propia tristeza y hacer sentir mejor a sus pacientes.

“Agarro fuerzas de mi hijo porque echándole ganas voy a proteger y cuidar a las personas que me necesitan a mi y que no van a tener la oportunidad de tener a sus hijos o ver a sus madres yo puedo ayudarles, estar con ellos, darles la mano, darles confort”

Al igual que Dulce, son muchas trabajadoras del sector salud, enfermeras, doctoras, administrativas, personal de limpieza y otras áreas que este 10 de mayo pasarán su día trabajando por la salud de otras familias y dejando de ver a sus hijos y a sus madres. A ellas, el mayor de los respetos y admiración por su vocación de servicio. Y por adelantado, Felicidades en su día.

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