La Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ratificó la decisión de reabrir los pozos de las cuencas de los ríos Sonora y Bacanuchi, los cuales se mantenían clausurados por denuncias de contaminación por parte de los habitantes argumentando la presencia de manganeso y cianuro en los pozos.
Luego del derrame en 2014 la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios ordenó la clausura de 36 pozos de estas cuencas, pero en 2015 afirmó que análisis de laboratorio revelaban que el agua era apta para consumo humano.
Habitantes se opusieron a la decisión de la instancia por lo que interpusieron un amparo ante la SCJN y presentaron un documento de transparencia que señalaba la existencia de manganeso y cianuro en dos de los pozos reabiertos.
Esta impugnación llegó hasta la SCJN, donde la ministra Yasmín Esquivel Mossa propuso negar el amparo y avalar con ello la apertura de los pozos, debido a que sus niveles de contaminación se encuentran dentro de los límites aceptables, según la Organización Mundial de la Salud.





