Inicio Alejandro Ramírez Arballo El milagro nuestro de cada día

El milagro nuestro de cada día

¿Cuál es nuestra obligación como ciudadanos? Bien, en un estado como el que tenemos, se supone que tú y yo debemos trabajar, pagar impuestos, votar de cuando en cuando y no romper la ley nunca, y poco más. Pareciera que la cosa es muy sencilla: consiste en ser buenos chicos, mantener la boca cerrada y no dar mucha guerra a nuestros cuidadores, los señores del gobierno.

La verdad es que yo descreo profundamente de esta idea tan nociva y limitada. Tenemos que empezar por entender que no somos piezas de un tablero sino personas concretas, únicas e irrepetibles. Nuestra condición de seres conscientes, sensibles y pensantes nos reviste de una profunda dignidad y acorde a este privilegio cósmico deberíamos actuar siempre, sobre todo de cara a quienes quieren que permanezcamos en un estado de sumisión y dependencia.

Tú eres responsable de ti mismo, y ese deber te acompaña a donde vayas. Tú eres un proyecto del que has de rendir cuentas. Nosotros somos un work in progress que no acabará hasta el día de nuestra muerte.

El poder de los tiranos y los vividores se alimenta de nuestro miedo y nuestra ignorancia; es decir, educarnos y actuar son las dos herramientas más poderosas que tenemos para liberarnos de este estado de infantilización al que hemos sido sometidos por un sistema político, social y económico que se construye con base en el sometimiento.

¿Qué nos queda? La esperanza en nosotros mismos, la fe en la bondad, el deber de construir un mundo personal mejor para nosotros y los que nos rodean. Nos queda la solidaridad, a la que estamos llamados todos porque cada corazón mezquino es un cómplice de los verdugos. Que nos mueva el amor, siempre, entonces comenzarán a suceder los milagros.

Te mando un abrazo grande.

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