En la escuela, hacer amigos puede ser muy fácil y simple, pero como adultos, hacer, desarrollar y mantener amistades puede ser mucho más difícil. Esto importa, porque siempre necesitamos amigos. Y aunque los viejos amigos son oro, nada permanece igual para siempre
Los viejos amigos se mudan o se toman un tiempo para criar a sus hijos o sus carreras. Sin acción, la soledad puede crecer silenciosamente a nuestro alrededor. Vale la pena tomarlo en serio porque la evidencia muestra que la soledad crónica puede ser muy perjudicial para la salud física y mental, al igual que el efecto de 15 cigarrillos al día en las tasas de mortalidad.
¿Cuáles son las causas que dificultan hacer nuevos amigos cuando somos adultos?
Cuando los investigadores entrevistaron a adultos sobre amigos en un estudio reciente, el desafío más importante citado fue la falta de confianza. Es decir, a las personas les resultaba más difícil confiar en otra persona e invertir plenamente en ella como amigo, en comparación con cuando eran más jóvenes.
Quizás por eso muchas personas intentan mantener su círculo de viejos amigos el mayor tiempo posible, dada la confianza que pueden haber construido durante muchos años.
¿Quién lo encontró más difícil?
Las mujeres eran más propensas que los hombres a decir que no hacían nuevos amigos fácilmente porque les resultaba difícil confiar.
Entonces, ¿qué sucede con la edad adulta? Como adultos, somos más conscientes de nosotros mismos que los niños. Si bien esto suele ser positivo, también significa que somos más conscientes del riesgo de ser juzgados, despreciados, rechazados y heridos.
Si hemos tenido rechazos anteriores como amigos o sufrido un abuso de confianza, es posible que nos resulte difícil confiar en los demás en el futuro. Confiar en un nuevo amigo significa abrirnos y ser vulnerables, tal como lo hacemos en las relaciones.
Además de la dificultad para confiar, está la «falta de tiempo»
Después de la cuestión de la confianza, viene el tiempo. La «falta de tiempo» fue la segunda razón más común que dieron las personas después de la «falta de confianza» cuando se les preguntó por qué les costaba hacer amigos cuando eran adultos.
Esto no es nada nuevo para muchos de nosotros. Cuando tenemos horarios de trabajo exigentes, vidas familiares muy cargadas o una combinación de ambos, nuestro tiempo para invertir en amistades disminuye. Incluso cuando conocemos a un nuevo amigo prometedor, puede ser difícil hacer tiempo para invertir en él.
Esto es más un problema para los ancianos, ya que la mayoría de las personas encuentran que sus obligaciones aumentan con la edad.
Otras causas que nos dificultan tener nuevos amigos
Hay muchas otras cosas que nos impiden tener las amistades que queremos. Estos pueden incluir tener una personalidad introvertida, barreras de salud e inseguridades personales.
Es más probable que las personas mayores mencionen la enfermedad y la discapacidad como una barrera para socializar, mientras que es más probable que las personas más jóvenes se contengan debido a la introversión y el miedo al rechazo.
