Impulsan en departamento de agricultura y ganadería proyecto de separación de residuos orgánicos e inorgánicos
Con el objetivo de mantener un entorno limpio y libre de materiales contaminantes, desde hace dos meses se lleva a cabo importante proyecto de reducción de residuos orgánicos e inorgánicos en las instalaciones del Departamento de Agricultura y Ganadería (DAG) de la Universidad de Sonora.
Ana Laura Bautista Olivas, profesora investigadora del DAG y encargada del proyecto, expresó que con el respaldo de seis estudiantes de la carrera impulsan una diversidad de acciones apoyados en el lema “Es muy fácil hacer algo por el ambiente. Separa tus residuos”.
Con ese proyecto, informó, evitaron la quema de toda basura –en rellenos clandestinos contaminantes–, que incluía todo tipo de desechos.
Hoy, añadió, cuentan con cinco áreas de separación de materiales orgánicos e inorgánicos, así como un centro de acopio al cual acude la empresa Engrane Verde para comprarles los materiales.
Asimismo, señaló que impulsan una campaña permanente entre el alumnado sobre la toma de conciencia del cuidado del ambiente, y realizar acciones de esa naturaleza, tanto en su entorno escolar como en sus hogares.
“La Universidad de Sonora se muestra muy activa en este tema, de ahí que nosotros también nos hayamos unido a ese noble propósito”, expresó acompañada de los alumnos colaboradores del programa de sustentabilidad, Lizbeth Anhaly Torrero Peraza, Ray Renny Reyes, Miguel Rodrigo Durazo Villegas y Pedro Jesús Rivera Félix.
Incluso, advirtió, las lonas del programa presentan el logo de la sustentabilidad universitaria. “La institución pone los lineamientos y nosotros simplemente nos apegamos a ellos”.
Dijo que los residuos no orgánicos (o inorgánicos), son aquellos que por sus características químicas sufren una descomposición muy lenta, además de no ser biodegradables.
Citó que en el caso de ese tipo de desechos, están los plásticos, papel, cartón, bolsas, empaques y envases PET, metales, platos de hielo seco, electrodomésticos, cartón, botellas y latas de aluminio, cerámica, artículos de oficina y vidrio, entre otros.
Respecto a los orgánicos, que son biodegradables (se descomponen naturalmente), señaló que su característica es que se desintegran o degradan rápidamente.
“Estos últimos, que incluyen cáscaras de frutas y verduras, sobrantes de comida, café, residuos de jardinería y cascarones de huevo, entre otros, se transforman en otro tipo de materia orgánica”, concluyó Ana Laura Bautista Olivas.







