La etapa de la menopausia trae consigo múltiples cambios en el cuerpo de la mujer, muchos de los cuales pueden prevenirse o mitigarse a través de una alimentación adecuada. Así lo explicó la doctora nutrióloga Herminia Mendívil durante su participación en el programa Al Día, transmitido por el 93.9 FM de Radio Toño, donde abordó la relación entre nutrición, salud hormonal y composición corporal en mujeres mayores de 45 años.
Mendívil enfatizó que, durante la menopausia, es común la pérdida de masa ósea y el aumento de grasa abdominal, lo que eleva el riesgo de padecer enfermedades como osteoporosis, diabetes o afecciones cardiovasculares. «Con la menopausia hay una ganancia de grasa, sobre todo en la parte central del cuerpo, que implica un riesgo importante para la salud», señaló.
Ante este panorama, recomendó mantener una alimentación balanceada que incluya frutas, verduras, leguminosas, alimentos ricos en calcio, así como productos que contengan fitoestrógenos, como la soya y la linaza. “El consumo de soya aporta fitoestrógenos, que generan un efecto similar a los estrógenos que el cuerpo deja de producir, lo cual ayuda a compensar algunos de los cambios hormonales”, explicó la especialista.
Además de la dieta, Mendívil destacó la importancia de mantener una rutina de actividad física que fortalezca la masa muscular y contribuya al bienestar general. Indicó que muchas mujeres experimentan fatiga debido a los cambios hormonales, pero que no debe confundirse con una imposibilidad para mantenerse activas. “No es una sentencia; la menopausia no debe asumirse como el fin de nuestra salud, sino como una etapa que nos invita a cuidarnos aún más”, dijo.
En el caso de mujeres que atraviesan la menopausia mientras enfrentan un proceso oncológico, recomendó evitar suplementos naturales sin supervisión médica y centrarse en una alimentación libre de embutidos, carnes rojas, grasas saturadas y ultraprocesados. Reiteró que cada situación debe atenderse de forma individual con acompañamiento profesional.
Finalmente, exhortó a no normalizar los síntomas ni dejarse llevar por creencias populares. “Es vital no minimizar los cambios y acudir con un profesional de la salud que pueda orientar con base en cada caso. Una nutrición adecuada es un recurso clave para transitar esta etapa de forma saludable”, concluyó.





