Tras una persecución la mañana de ayer al Norte de la ciudad, se detuvo a un presunto asaltante que a punta de navaja, despojó al chofer de un taxi de su vehículo después de haberle solicitado un servicio en la colonia Insurgentes.

De acuerdo a la versión del afectado y de las personas que participaron en la hazaña, eran alrededor de las 11:00 horas cuando Leonardo recibió la orden de recoger a un cliente en la colonia Insurgentes.

«Primero lo llevé a un domicilio de por ahí cerca, se bajó, preguntó por unas personas y le dijeron que no estaban y me dijo: ‘Llévame para allá otra vez’, a una cuadra de donde lo había levantado y ya que llegamos me pegó un golpe.

«Después del descontón», agregó, «el bato sacó una navaja y me dijo que me bajara del carro, pero le dije que se llevara las cosas, que me dejara el carro, pero me dijo: ¡Que te bajes hijo de acá y allá!, y me bajé porque me iba a picar».

El afectado comentó que una vez que el ladrón se llevó el vehículo de la marca Nissan Tiida, color blanco, modelo 2017, se fue directo a su domicilio y dio aviso a su trabajo.

De inmediato se «corrió la voz» entre sus compañeros, dijo, y se inició la búsqueda por los alrededores.

Por seguridad, taxistas que participaron en la persecución optaron permanecer en el anonimato, pero platicaron que la búsqueda fue exhaustiva hasta que lograron dar con el paradero del vehículo y del presunto delincuente en las calles Marina del Rey y Covina, en la colonia Los Ángeles.

«Yo fui el que dio con él, andaba solo, lo perseguí por varias cuadras, di con él porque lo andábamos buscando porque se avisó por radio y yo andaba cerca».

«Y ya le habían quitado el ‘sign’ y todo, pero luego luego lo reconocí porque por una lado trae copas y por el otro no», reveló un taxista.

HALLAN EL AUTO

El chofer detalló que cuando detectó el vehículo, la persona que iba manejando se le quedó mirando fijamente y posteriormente huyó a gran velocidad, situación que lo delató y fue tras él varias cuadras, al mismo tiempo que avisó a sus demás compañeros.

«En eso el bato se bajó del carro y se metió a una casa, ya dimos aviso al 911 y los que llegaron primero fueron la Policía Federal y ya lo detuvieron», añadió.

Hubo una gran movilización policiaca después del arresto, así como de decenas de taxis que acudieron al llamado de auxilio de sus compañeros, quienes platicaron los peligros que corren a diario.

«Esto nosotros lo vivimos a diario, no que nos quiten el carro, pero sí corremos el riego de que nos asalten o hasta que nos maten, porque no sabemos en realidad a quién subes como cliente, por eso hay que tener mucho cuidado», opinó Martín, uno de los taxistas.

Texto tomado de El Imparcial escrito por Jorge López

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