De las 9 plantas potabilizadoras que finalmente se comprometieron a instalar en la zona del Río Sonora afectada por el derrame tóxico de metales pesados hace 4 años, solo dos están en funcionamiento. La gente del pueblo ha visto su economía mermada por comprar agua purificada para sobrevivir o utilizando la que hay arriesgando su salud.
Luego del derrame en los ríos de la cuenca sonorense, se estimaron 36 plantas potabilizadoras para garantizar agua de calidad a los habitantes de los 7 pueblos afectados, Aconchi, Banamichi, Huépac, San Felipe de Jesús, Arizpe, Ures y Baviácora, luego con el paso del tiempo se redujo a 27 y al final solo 9 fueron autorizadas para su construcción, 5 fijas y 4 móviles que no han sido puestas en funcionamiento en su totalidad.





