Elementos de la Policía Estatal de Seguridad Pública de Sonora dejaron esta día las armas y tomaron las piñatas, los juguetes y las bolsas de dulces para llevar alegría a los pequeños de la invasión red 2000.

A manera personal, los agentes de la Policía Estatal se organizaron junto a sus comandantes y entre todos cooperaron para los hot dogs, las piñatas, los dulces y los juguetes que repartieron entre los cientos de pequeños que se dieron cita en el Centro Comunitario Sendero de Vida en la invasión Red 2000, uno de los lugares en la ciudad con más incidencia delictiva.

Sobre la fiesta no hay mucho que decir, bastaba con ver la sonrisa de los pequeños al pegarle a la piñata, ver a Santa y al Paquito Chapoy jugar con ellos y sobre todo a los policías conviviendo en un entorno donde aún los niños los ven como un ejemplo a seguir, donde seguramente esa labor social que hicieron al llevar sonrisas a los pequeños y a sus familias tendrá una recompensa de menguar al menos en algunos esa influencia de inseguridad que viven entre las calles sin pavimento, sin drenaje y con luz conectada en «diablitos».

Pero una imagen dice más que mil palabras. Seguro los agentes de la PESP disfrutaron igual o tal vez más que los niños festejados.

 

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